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La empresa de Catoira adopta medidas para evitar más sustos con el fosfato de aluminio

Acelerarán la retirada de los productos del almacén para reducir su exposición a la humedad ambiental -Atribuyen la humareda a la reacción química que provocó el agua

El galpón, al fondo de la imagen, anteayer viernes por la tarde. // Iñaki Abella

La empresa propietaria del material químico almacenado en el galpón de Catoira en el que se produjo el incidente el viernes ha anunciado que adoptará medidas para que este tipo de episodios no vuelvan a repetirse. Entre estas, fuentes de la compañía señalan que se encuentra realizar una retirada más rápida de los productos, para evitar que pasen mucho tiempo expuestos a la humedad ambiental.

La empresa Roca Defisán es una experimentada sociedad especializada en fumigaciones y control de plagas. Tiene una decena de instalaciones repartidas por toda España, y cuenta desde hace unos años con un almacén en A Baiuca (Catoira). En ella, guarda fosfato de aluminio, un producto ampliamente utilizado en la desinfección de industrias alimentarias. También se emplea en los barcos mercantes que transportan cereal, para eliminar eventuales plagas que pueda tener la mercancía.

El fosfato de aluminio sufre una serie de reacciones químicas cuando entra en contacto con el agua o con un ambiente muy húmedo, generando humo y hasta pequeñas explosiones. Según Roca Defisán, eso es precisamente lo que sucedió el viernes por la tarde. Niegan que se hubiese producido incendio alguno, como señalaron los servicios de emergencia, y atribuyen la humareda a la reacción química del fosfato de aluminio con la humedad ambiental.

Desde la empresa plantean que los materiales que tienen almacenados en Catoira son seguros y muy necesarios para poder garantizar la salubridad de los alimentos. Así las cosas, y para tranquilizar a los vecinos de A Baiuca, en adelante se va a acelerar el traslado de los productos, para evitar que pasen demasiado tiempo dentro del almacén y que puedan llegar a reaccionar químicamente con el agua o el ambiente húmedo.

Fuentes de la empresa consultadas ayer por FARO indican que, "mejoraremos el proceso", y que en algunos casos, "cuando las cargas sean muy importantes, se intentará que ya ni siquiera pasen por el almacén". La sociedad afirma también que los vecinos del entorno, "no tienen nada que temer, porque el perímetro de seguridad (la distancia entre las casas y el galpón) es muy amplio".

Precisamente, sobre las 13.30 horas de ayer los Bomberos de la base de Vilagarcía tuvieron que desplazarse de nuevo a la zona, pues los voluntarios de Protección Civil de Catoira les llamaron indicando que el fosfato de aluminio estaba provocando nuevamente pequeñas explosiones.

Sin embargo, los bomberos comprobaron al llegar que estaba todo en orden. Las nuevas reacciones químicas se deberían a que el producto fue sepultado el viernes con arena, pero que posiblemente parte de la misma estaba mojada. No fue necesario adoptar ninguna medida -ni siquiera alertar a los vecinos-, y lo que se decidió fue hacer un seguimiento de la situación.

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