Irene Otero, de 31 años, es una enfermera de O Grove que trabaja en el Hospital del Mar, en Barcelona. Afronta la crisis provocada por el coronavirus, junto a sus compañeros, empleándose a fondo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de dicho centro hospitalario, inaugurado en el año 1905 en el paseo marítimo barcelonés y uno de los más relevantes del país en cuanto a producción científica.

Un buen día, Irene telefoneó a su madre y le pidió que, ante la escasez generalizada de medios de protección frente al coronavirus, le elaborara gorros, tanto para ella como para otros médicos y enfermeras.

Fue así como se puso en marcha otra de las muchas iniciativas solidarias que implican a los grovenses desde que se declaró el estado de alarma. Ana Rosa García Aguiño, propietaria de la peluquería Agara y madre de la enfermera meca desplazada en tierras catalanas, se puso inmediatamente manos a la obra.

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Y no solo ella, sino también su madre, sus tías, su cuñada y varias clientas de la peluquería que regenta en la Rúa do Cruceiro. Como apasionada que es del Entroido Meco, Ana Rosa García empezó rebuscando entre los disfraces que ha utilizado en los últimos carnavales para conseguir las primeras telas con las que elaborar esos gorros que le solicitaba su hija desde la Ciudad Condal.

Ni que decir tiene que eso de reciclar antiguos disfraces permite conseguir diseños realmente coloridos y llamativos, lo cual parece agradar enormemente no solo a su hija, sino también a los demás sanitarios del Hospital del Mar, como queda patente en los emotivos mensajes de agradecimiento y ánimo que, vía foto y vídeo, enviaron tanto a la peluquera como al conjunto del pueblo de O Grove.

Así, rebuscando entre los disfraces del carnaval, y comprando alguna que otra tela nueva, Ana Rosa García y sus colaboradoras decidieron crear su propia marca, "Costura Solidaria", y enviaron a los sanitarios del Hospital del Mar las primeras cuarenta unidades.

Actualmente, aprovechando el tiempo libre que tienen, y que en esta época de confinamiento es mucho, las fundadoras de "Costura Solidaria" trabajan en el diseño y elaboración de más gorros, también para colaborar con ese personal sanitario que tantos esfuerzos realiza desde que el Covid-19 sumió al país en una profunda crisis sanitaria, social y económica.

De este modo, los mecos vuelven a hacer gala de su solidaridad, dejando patente, igualmente, que ante una situación de crisis sanitaria tan preocupante como la actual no hay fronteras que valgan.