Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El inicio del curso escolar pone a prueba los cortes por obras en Doutor Tourón

Las clases comenzaron con normalidad en prácticamente todos los centros escolares de Infantil y Primaria de la comarca -En algunos quedan pendientes obras exteriores

La espera para el inicio del curso en el colegio Arealonga, de Vilagarcía. // Noé Parga

Los más de 9.200 alumnos de Infantil y Primaria de la comarca de O Salnés y su área de influencia comenzaron ayer las clases con normalidad, a pesar de que en algunos centros escolares aún quedan trabajos y obras pendientes en las zonas exteriores, que tendrán que compatibilizarse con las clases en las próximas semanas. En Vilagarcía de Arousa, la vuelta a las aulas en los tres centros del complejo de A Lomba ha puesto a prueba el corte de un carril de circulación por obras, que continuará al menos una semana más.

A pesar del incremento en el tráfico rodado en esta zona, debido a la circulación de los autobuses escolares y a las familias que llevan a sus hijos en coche al colegio, no hubo que señalar más problemas de tráfico de los que se producen habitualmente en hora punta.

En este complejo escolar también se ponían a prueba las obras del colegio Arealonga que acometió la Consellería de Educación. En el interior del edificio todo estaba listo para recibir a los alumnos que encontraron las aulas pintadas de colores adaptados para mejorar la concentración de los niños, según un estudio técnico en el que se basó el arquitecto que diseñó la rehabilitación energética de este centro educativo.

6

Vuelta al cole en Arousa

Algunos colegios comenzaron desde ayer con el plan Madruga, aunque en el de O Piñeiriño estará operativo desde hoy. Los que sí comenzaron a funcionar fueron los comedores escolares. En Vilagarcía solo dos colegios están sin este servicio: A Escardia y Arealonga. Representantes de padres de alumnos de este último centro han comenzado ya las gestiones para conseguir que se ponga en marcha el comedor escolar.

Los que tienen que compatibilizar las clases con las obras de rehabilitación integral son los alumnos del CPI de Pontecesures, ya que Educación dio prioridad a los trabajos interiores del colegio durante el verano y ahora quedan las reformas exteriores que se extenderán al mes de octubre.

Mejoras en Ribadumia

Por su parte, los alumnos de Infantil y Primaria de Ribadumia han encontrado mejoras en las aulas como consecuencia de los trabajos llevados a cabo por parte del Concello en respuesta a las peticiones cursadas por las direcciones del CPI y del CRA.

En el colegio Julia Becerra Malvar se llevaron a cabo trabajos de pintado y de mantenimiento de puertas y persianas.

En las instalaciones del CRA, conformado por cuatro centros: Ribadumia, Leiro, Lois y Sisán, se revisó la fontanería y la carpintería y se pintaron las aulas.

En los próximos días se acometerán obras de cambio de planchas en el techo del pabellón de deportes de Barrantes para mejorar la seguridad de esta instalación.

La delegación de Pontevedra de la Dirección Xeral de Patrimonio también se demoró en exceso a la hora de aprobar la obra de rehabilitación integral del instituto Ramón Cabanillas, de Cambados. Así lo desvela el acta de la junta local de gobierno del Ayuntamiento del 5 de agosto, en la que se le dio licencia municipal a la obra, y que fue publicada ayer en el Portal de Transparencia del Ayuntamiento.

Según el acta de la junta de gobierno, la Consellería de Educación solicitó el permiso para hacer la obra el 30 de abril, pero Patrimonio no le dio el visto bueno hasta el 18 de julio. Posteriormente, el Concello concedió el permiso de obra el 5 de agosto.

Al parecer, la Consellería tuvo que modificar su proyecto original puesto que el arquitecto municipal detectó que había que mejorar la disposición de las salidas de emergencias, para facilitar la evacuación de alumnos y profesores en caso de incendio. En este caso, también se produjo una cierta dilación teniendo en cuenta la naturaleza de las obras, puesto que el Ayuntamiento tardó algo más de un mes en mandar ese informe de vuelta a Santiago.

No obstante, el dictamen de Patrimonio era ajeno a esa modificación del proyecto propuesta por el arquitecto, puesto que afectaba al interior del inmueble, y no al exterior, que es el que está sujeto a determinadas condiciones de Patrimonio por su proximidad al pazo de Fefiñáns.

Así las cosas, Patrimonio pudo informar ya el proyecto original del 30 de abril, pero no lo hizo hasta dos meses y medio después de haberlo recibido. Y después la Consellería de Educación tardó en pagar las tasas municipales. En consecuencia, una obra compleja y aparatosa como la rehabilitación de un instituto empezó en pleno agosto y no estará terminada para el principio de curso.

Compartir el artículo

stats