En mitad de la devastadora crisis económica iniciada en 2008, el Gobierno central ordenó un proceso de regularización catastral para hacer aflorar todos aquellos inmuebles que estaban levantados, pero que no figuraban en los padrones del Catastro y por los que, en consecuencia, sus propietarios no pagaban nada. Terminado ese proceso de inspección en todos los ayuntamientos de O Salnés y Ullán, han salido a la luz 15.264 inmuebles que no estaban tributando, y que ahora lo hacen.
Según datos oficiales recabados por el concejal de Facenda de Cambados, Xurxo Charlín, Sanxenxo y Vilagarcía fueron los dos municipios arousanos en los que afloraron un mayor número de construcciones que estaban ocultas al Catastro. Fueron 3.828 en el caso de Sanxenxo, y 2.430 en el de Vilagarcía. Eso incluye desde viviendas no registradas en el Catastro, hasta ampliaciones de otras construcciones ya existentes, galpones para uso agrícola y hasta piscinas. Por ejemplo, en Catoira se dieron de alta 325 inmuebles, de los cuales una docena eran piscinas, el 3,5 por ciento del total.
Pero el municipio con un mayor porcentaje de piscinas regularizadas con respecto al total fue el de Vilagarcía, donde aparecieron 135 instalaciones de este tipo ocultas al Catastro, un 5,5 por ciento del total de bienes dados de alta.
En un momento en el que las administraciones públicas necesitaban urgentemente oxígeno en forma de dinero, se puso en marcha un proceso de regularización catastral, para hacer aflorar bienes desconocidos para el Catastro y de ese modo cobrar por ellos. Del mismo modo, se tomó la decisión de empezar a cobrar por construcciones que antes estaban exentas de pago, como los anexos de las viviendas del rural.
El proceso de regularización se inició en 2013, culminando a finales del pasado año en varios municipios de la comarca, como los de Cambados, Vilagarcía y Meaño.
Los de más propiedades
En Sanxenxo afloraron 3.800 inmuebles y en Vilagarcía, 2.400, a pesar de que en 2013 y 2014 ambos municipios habían actualizado sus ponencias de valores, en la que se revisa el valor de mercado de las construcciones, generalmente al alza. Sobre el papel, con las ponencias de valores ya se realiza un trabajo de inspección que podría ayudar a descubrir construcciones sin regularizar.
En total, en Sanxenxo hay 68.000 inmuebles, y en Vilagarcía, algo más de 58.300. De estos, son urbanos, 39.800 y 35.400, respectivamente.
En Cambados, afloraron 1.209 inmuebles, de los cuales 1.147 son urbanos y 62 rústicos (galpones), correspondiendo una cuarta parte de los mismos a nuevas construcciones no declaradas; el 57 por ciento a ampliaciones o reformas; el 14 por ciento a cambios de uso; y el 1,80 por ciento, a piscinas.
El concejal de Facenda, Xurxo Charlín, destaca que las cifras de Cambados suponen menos del 10 por ciento de los 13.500 inmuebles que salieron a la luz en el resto de la comarca. Un aspecto que él relaciona con la oficina de asesoramiento catastral que el Concello abrió de forma voluntaria en el centro social de A Mercede. Eso permitió a muchos vecinos dar de alta sus inmuebles antes de las inspecciones.
En Cambados hay 30.800 inmuebles, de los cuales 10.700 son urbanos, y algo más de 20.000, rústicos.
En O Salnés y Ullán hay también varios municipios donde la cantidad de construcciones urbanas es casi testimonial con respecto a las de carácter rústico. Un ejemplo es Catoira, con 31.500 inmuebles rústicos, y menos de 3.000 urbanos, para un total de 34.500.
Otro ejemplo paradigmático de esta realidad es el de Meaño, con 28.000 fincas o construcciones rurales, y 5.500 urbanas, para un total de 33.500.
Incluso en O Grove hay más propiedades en el padrón de rústica que en el de urbana: 17.000 en el primero, y algo más de 13.800 en el segundo (31.000 en total).
En lo que respecta a los inmuebles regularizados en estas últimas localidades, fueron 325 en Catoira, 895 en Meaño y 850 en O Grove.
En Meis, el Catastro recoge 36.600 parcelas de todo tipo, de las cuales 28.700 son rústicas. En Meis, salieron a la luz 926 inmuebles tras el proceso de regularización.
Los demás municipios
El proceso iniciado por el Estado en 2013 descubrió 423 inmuebles en Pontecesures (que tiene 8.000 en total). En Ribadumia, se regularizaron 875, y la cifra total de inmuebles supera los 16.000. De estos, solo son urbanos, 4.500.
En Valga, el Catastro tiene registradas casi 37.600 propiedades (31.000 rústicas), de las cuales se han dado de alta en los últimos meses 1.032. Mientras, en Vilanova hay 38.300 propiedades registradas, y afloraron con la regularización 2.071, y en A Illa afloraron 400 bienes, para un total de 9.222 inmuebles, de los cuales son urbanos más de 6.300.
Con la regularización, también se ha puesto al día el padrón tributario del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los concellos. En el caso del de Cambados, el valor total catastral de todos los inmuebles declarados en el municipio es de 302 millones y medio de euros. Hay que tener en cuenta que muy a menudo el valor que figura en el Catastro es inferior al de mercado, sobre todo en poblaciones de costa o con tradición turística.
Xurxo Charlín explica que ese montante global de 302 millones supone un incremento en el padrón de 50 millones de euros con respecto a los años anteriores a la regularización, pero destaca que este incremento no repercutirá en nada en los bolsillos de los vecinos. De hecho, señala que el Ayuntamiento va a cobrar en concepto de IBI este año algo menos de 1,4 millones de euros (1.389.000), frente a los más de millón y medio que se ingresaron en 2014 (1.517.000).
Charlín aduce que hay más inmuebles reconocidos por el Catastro y que el padrón es más elevado, pero que el Concello ingresa menos por la vía de los impuestos porque en los últimos años la administración local ha bajado año tras año el tipo impositivo del IBI. Así, se pasó desde 0,60 que se aplicaba en 2014, hasta el 0,46 que se aplica este año, "lo que supuso una bajada total del 23 por ciento de los recibos de la Urbana para todos los vecinos de Cambados en los últimos años", resalta el edil de Facenda.
Precisamente, Cambados ya ha abierto el periodo de pago voluntario del IBI. Se puede abonar hasta el 5 de noviembre.
