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La temporada alta para el turismo llega a su ecuador

Los hoteleros están satisfechos con el nivel de ocupación pero afirman que el consumo es bajo

El índice de ventas en los alojamientos de O Grove se situará entre el 75 y el 80 por ciento -El ritmo de reservas para agosto se frena con brusquedad al difundirse los pronósticos meteorológicos para principios de mes

Una familia recorre O Grove, en un cuadriciclo a pedales, ayer. // Muñiz

Cuando la crisis económica de 2008 terminó de desatarse en la comarca, una de las imágenes que mejor resumieron la situación era la de un grupo de turistas sentados en una acera y tomando unos bocadillos. Los que podían permitirse un viaje, por pequeño que fuese, habían decidido no renunciar a ese pequeño placer, pero con la condición de ajustar el cinturón al máximo una vez en el destino. Algo semejante parece estar sucediendo de nuevo ahora, según manifiestan algunos hoteleros consultados por FARO. En el Bosque Mar de O Grove señalan que, "el alojamiento pudo subir tres o cuatro puntos, pero en cambio el consumo en restauración ha podido bajar un 20 por ciento".

Esta es una de las lecturas de un verano que empezó con muy buenas expectativas para el sector hotelero arousano, pero que en muchos casos no terminaron de cuajar del todo. La sensación generalizada es que el mes de julio fue pasable, e incluso un poco mejor que el de 2018 en algunos establecimientos, pero que se quedó por debajo de lo esperado.

En cuanto a las previsiones para agosto, son buenas, pero los empresarios consultados por FARO manifiestan que en los últimos días se ha detenido de repente el goteo de reservas nuevas. "La culpa la tiene Lorenzo", resume con ironía el responsable de Recepción de un hotel, en alusión a la meteorología de las últimas jornadas, caracterizada por los cielos parcialmente nublados y las temperaturas suaves.

Sobre el 80 por ciento

El porcentaje de ocupación en O Grove, que es junto a Sanxenxo, el principal destino turístico de O Salnés, se situará entre el 75 y el 80 por ciento durante julio. En el Abeiras han terminado el mes, "en torno a un 85 por ciento", lo que supone unas cifras similares a las de 2018. Tuvieron alguna cancelación por la meteorología, pero no fueron demasiadas, "porque tampoco llovió", señalan en el establecimiento. La estancia media de sus huéspedes fue de cuatro noches.

Eso sí, en el Abeiras están preocupados, porque temen que si el calor no hace su aparición definitivamente, agosto no será el mes de oro esperado. "Agosto será más complicado que el del año pasado si el tiempo no mejora", advierten.

En el Bosque Mar, sostienen que, "si hablamos de alojamientos, julio fue mejor que el del año pasado, pero en cambio la campaña está siendo mucho peor si lo que miramos es el consumo directo del cliente en el entorno". Cierran el mes con una ocupación media del 80 por ciento. Asimismo, afirman que aunque se asoman a agosto con buenas expectativas, estas se enfriaron sensiblemente a lo largo de esta semana. "Las ventas para agosto se han parado por culpa de este tiempo fresco", aduce.

También están contentos en el Maruxía, para quienes julio se cerrará con una ocupación de entre el 68 y el 70 por ciento. "Lo llevábamos muy bien, mejor que el año pasado, pero en los últimos tres o cuatro días bajaron mucho las reservas y eso arrastró para abajo la media". En cuanto a agosto, ya tienen vendido más del 80 por ciento de sus camas para la primera quincena, pero le sucedió lo mismo que a los demás negocios consultados ayer por esta redacción. "Las peticiones de reservas que estaban llegando han parado".

En el Montemar estiman que terminarán julio con una ocupación media del 70 por ciento, cuando en 2018 estuvieron al 90, de ahí que sus responsables no estén del todo satisfechos. El establecimiento logró muy buenas ventas los fines de semana, pero de lunes a viernes apenas estuvieron al 45 por ciento, y eso ensombreció los resultados.

Ya antes del puente festivo del Apóstol, el representante de los hosteleros en la asociación de empresarios Emgrobes, José Benavides, alertaba de que la sensación general entre los hosteleros era la de que había muy buen ambiente entre el viernes y el domingo hasta mediodía, pero que entre semana quedaba muy poca gente en la localidad.

En lo que a agosto se refiere, en el Montemar sostienen que "las reservas repuntan a partir del día 2", y que están esperando en que la campaña sea buena. Eso sí, como sus homólogos de los demás hoteles, han visto como de repente el ritmo de las consultas y peticiones de reservas ha bajado. "El lunes funcionó bien, entraron varias, pero ayer y hoy (por martes y miércoles) se paró bastante".

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