No estaba prevista, ni siquiera estaba invitada, pero la lluvia no quiso perderse el encuentro de veteranos legionarios que ayer arrancaba en Vilanova con una serie de actos organizados por la Hermandad gallega en la que se reúnen todos los que pasaron por las filas de uno de los cuerpos de élite mejor valorados del Ejército español.
A pesar del aguacero, ninguno de los uniformados que participó en los actos se arredró y demostró la pasta de la que están hechos los legionarios. Las actividades comenzaron sobre las 12.00 horas, con un pequeño desfile que les llevó desde la zona de O Terrón, donde están acampados durante las jornadas de convivencia, hasta la plaza de O Castro.
Allí fue donde se celebró la tradicional misa campestre de los "sábados legionarios". Un cura de origen venezolano exhortó a los legionarios desde el templete que se encuentra en el centro de la plaza, mientras estos aguantaban estoicamente el amago de precipitaciones que amenazaban con descargar.
Una vez finalizada la ceremonia religiosa llegó el momento de los himnos, con la colaboración de la banda de música de la Brigada Ligera Aerotransportada (Brilat) de Pontevedra. El momento más emotivo para los veteranos y para todos aquellos que se acercaron hasta la plaza de O Castro fue cuando se entonó "El novio de la muerte", el himno con el que siempre se ha identificado al cuerpo. Presidieron ese acto el teniente coronel José Pérez Recena, presidente de la Plataforma Patriótica Millán Astray, y el alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán. Las actividades continuarán en el día de hoy con la visita de todos los participantes a la casa museo Valle-Inclan.
