Los grovenses aún tratan de asimilar lo sucedido en la jornada electoral del domingo. José Antonio Cacabelos Rico tiene en sus manos el poder absoluto que tantos políticos antes que él han soñado en un pueblo en demasiadas ocasiones caracterizado por su ingobernabilidad.

Llegado a la política en 2006, para convertirse en alcalde por primera vez en cuestión de meses, Cacabelos fue reelegido en 2015 y de nuevo este domingo, aunque ahora como alcalde con una mayoría absoluta que nunca antes había disfrutado nadie.

De este modo el PSOE tiene vía libre para desarrollar su programa durante el que, paradójicamente, será su mandato más difícil, ya que ahora ya no valdrán las disculpas. Si quiere PXOM, podrá tenerlo; si quiere un puerto deportivo ahora tiene poder suficiente para pelearlo; si quiere transformar su pueblo, las zancadillas serán ahora muchas menos.

El líder de los socialistas había gobernado en coalición entre 2007 y 2011. Aquello no le salió bien y perdió la Alcaldía. Pero en 2015 la recuperó y ya no quiso saber nada más de alianzas de gobierno. Fue valiente cuando decidió intentarlo en solitario, a pesar de estar en minoría, y lo fue cuando desarrolló proyectos que muchos le criticaron y trataron de torpedear.

"Pero si hacemos caso a las críticas no hacemos nada, y nosotros estamos aquí para gobernar y aportar soluciones", repitió una y otra vez. Y le salió bien, por eso arrasó en la jornada electoral.

Ahora es el momento de actuar, por lo que cabe recordar lo que decía José Cacabelos durante la campaña electoral, cuando FARO DE VIGO le preguntó por qué quería volver a ser alcalde. Su respuesta permite conocer cuáles serán sus retos a partir de ahora, cuando, como se explicaba ayer, la mayoría absoluta le da plena capacidad para sacar adelante el PXOM, que es el eterno caballo de batalla en la localidad.

"El PXOM que los vecinos quieren"

"Todo el mundo sabe que me he comprometido desde el principio con los ciudadanos para sacar adelante el documento que ellos quieren; un planeamiento urbanístico hecho por y para los vecinos, ya que de lo contrario no tendría sentido", decía Cacabelos. Y añadía que eso fue lo que le pidieron los grovenses hace cuatro años. De ahí que "para darles el PXOM" les pidiera una mayoría absoluta. Y ahí la tiene.

Del mismo modo, en aquella entrevista el regidor indicaba que su intención es que O Grove "siga avanzando". Para ello plantea "un proyecto de pueblo moderno y de futuro para que toda la estructura cambie con el objetivo claro dar prioridad a los peatones frente a los vehículos".

"Espacios para todos"

Convencido de que los vecinos son lo primero, Cacabelos garantiza que seguirá creando "espacios colectivos en los que se ponen las calles al servicio de la gente y se favorece el disfrute por parte de todos; un pueblo accesible que trabaje de forma potente en pro del medio ambiente, la igualdad, cultura, deporte y la educación".

Esto lo lleva a reafirmarse en que va a "seguir cambiando y humanizando el casco urbano, implementando además el plan de vertebración y seguridad viaria para, por ejemplo, abrir el vial desde Monte da Vila a Xoán XXIII".

Red de senderos

Sin olvidar su propuesta de "completar la gran red de senderos y paseos, para que cualquier grovense o visitante pueda dar la vuelta a todo el perímetro del municipio en bici o caminando tranquilamente a través de espacios naturales privilegiados".

A lo que añade la posibilidad de "unir la ensenada de Punta Moreiras con A Lanzada, pasando por Cova de Loba, a través de la ruta de los molinos".

Sabedor de que ahora sí podrá inaugurar el Auditorio Escuela de Música que él mismo ha impulsado, y dispuesto también a construir el centro de día, el reelegido alcalde pretende, igualmente, "seguir trabajando en materia de igualdad para hacer de O Grove un pueblo en el que hombres y mujeres tengamos los mismos derechos".

Al analizar lo que puede dar de sí el nuevo mandato, no hay que olvidarse de las maltrechas relaciones del gobierno con la Xunta. Aunque los grupos de la oposición atacaron a Cacabelos por esto, e incluso incluían en su programa la necesidad de reconducir relaciones entre las dos administraciones públicas, el pueblo parece haberlo respaldado, animándolo a seguir reclamando mayor inversión del Gobierno de Galicia en la localidad meca y, como no, a desafectar los terrenos de O Corgo que ya no tienen usos portuarios.

Al hilo de esto, el histórico respaldo obtenido en las urnas llevará al líder socialista y regidor a apelar a la unidad de los grovenses para presionar a la Xunta y lograr un nuevo puerto pesquero y bateeiro detrás de la lonja, en Con das Señoritas, "para que los marineros y mejilloneros tengan las mejores instalaciones posibles y mejorar también las prestaciones de los astilleros".

Una vez adecentado ese nuevo espacio portuario "pediremos que nos entregue la concesión del actual para desarrollar desde el Concello el puerto deportivo, en el que dar cabida igualmente a las embarcaciones tradicionales y a los catamaranes de pasajeros", anunció Cacabelos en campaña. Y lo repitió ayer.