El trabajo realizado desde 2003 por la Red de Varamientos de Galicia ha sido tan intenso que la comunidad autónoma se ha consolidado como una especie de gran hospital para la recuperación de todo tipo de animales marinos. Especialmente focas y otros mamíferos como los delfines, que son liberados cuando quedan varados, pero sin dejar de lado las tortugas ni tampoco las aves.

Son muchos los que se preocupan por las diferentes especies marinas en apuros, aunque bien es cierto, y hay que insistir en ello, que solo la Cemma tiene autoridad para desarrollar esa Red de Varamientos de Galicia, y por tanto es esta entidad a la que hay que alertar cuando aparece una foca, delfín, tortuga o cualquier otra especie atrapada en las costas gallegas.

Se trata de animales que llegaron moribundos, ya sea a causa de heridas graves, porque están enfermos o desnutridos o bien por una combinación de estos y otros factores. Y lo que hace la Cemma, en ocasiones buscando la colaboración de otras entidades e instalaciones, es recuperarlos para devolverlos a la libertad.

Desde la UCI hasta A Illa

De este modo fueron salvados ya numerosos seres vivos que necesitaban de unos cuidados veterinarios, alimentación y mimos como los que actualmente recibe "Barizo", la cría de lobo marino gris que, como buena parte de sus antecesores, pasó por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que tiene la Cemma en Nigrán antes de completar su recuperación en las piscinas del Igafa de A Illa, donde permanecerá hasta el mes que viene.

Pero hay otros muchos ejemplos, algunos verdaderamente mediáticos, tal y como se resume a continuación:

| 2013-"Orzán". El 1 de enero de 2013 se conocía la suerte que había corrido "Orzán", una foca localizada en la playa coruñesa que le dio nombre.

En marzo, tras pasar por el Igafa, fue embarcada en un pesquero en el puerto de Vigo para poner rumbo hacia su libertad, en aguas de Irlanda, siguiendo el mismo camino que un mes antes había mantenido el barco que liberó a "Castro", otro lobo marino que había sido recuperado en Foz.

La foca "Orzán" había sido ingresada en el Acuario de A Coruña, donde fue capturada, para ser atendida de las múltiples y graves lesiones que presentaba, especialmente en su ojo derecho.

Desde las instalaciones zoológicas herculinas este lobo marino fue evacuado en una unidad móvil de la Cemma hasta la UCI que gestionan en Ferrol tanto la citada entidad como la SGHN. Pero una avería en su piscina hizo necesario improvisar un nuevo y urgente traslado, el que el 22 de febrero de aquel año sirvió para llevar a "Orzán" hasta el Igafa.

Se habría evacuado al Acuario de O Grove, como se había hecho en otros casos anteriores, pero en aquella época estaba cerrado, de ahí que el Igafa se convirtiera en el nuevo "hospital" de la comarca.

| 2014-"Raciño". A mediados de marzo de 2014, tras recuperarse también en el Igafa de A Illa, zarpaba desde Marín hacia el Gran Sol el barco arrastrero "Ferreira Martínez" que trasladaba al lobo marino "Raciño". Volvía a ser libre tras los cuidados y mimos que recibió a su paso por Galicia.

"Raciño" fue localizado varado el 8 de enero de 2014 en la playa de Razo, en el Concello de Carballo, y se negaba a volver al mar. El personal de la Cemma trasladó al animal a la UCI de Nigrán. Presentaba lesiones por todo el cuerpo, derivadas del ataque de otra foca o, ya varada, de un perro.

Aquel mismo mes era evacuado al Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) de A Illa, y tras su total recuperación embarcaba para su liberación en su lugar de origen.

| 2014-"James Bond". La tortuga "James Bond" se recuperó en el Acuario O Grove tras varar en febrero de 2014 en la costa de Bueu y volvió a ser libre aquel mismo verano. El de 2014 había sido un invierno duro, localizándose en las costas gallegas una decena de tortugas de diferentes especies, cinco de las cuales fallecieron en las primeras y decisivas horas. Las restantes, aún presentando un estado de salud muy precario, se recuperaron gracias a los cuidados recibidos por la Cemma y sus colaboradores en la Red de Varamientos.

| 2015-"Rostro" y "Eduma". Junto a la recuperación de "James Bond" puede recordarse la de "Rostro", otra tortuga boba que había llegado herida a Galicia, con laceraciones en las patas causadas por los aparejos de pesca y una grave estrangulación de la aleta anterior izquierda provocada por un sedal.

Fue sometida a todo tipo de cuidados en las instalaciones zoológicas de Punta Moreiras (O Grove), antes de recuperar la libertad provista de un transmisor que, gracias a la colaboración del Centro de Recuperación de la Fauna Marina de Figueira da Foz (Portugal), dependiente de la Sociedad Portuguesa para la Vida Salvaje, permitió seguir su rumbo.

Cuando había recorrido ya alrededor de 1.500 kilómetros, acercándose al archipiélago de las Azores, el estanque que había ocupado en el acuario meco ya estaba ocupado por otra paciente, la tortuga "Eduma".

| 2016-"Camelle". La foca protagonista en el Igafa en 2016 fue "Camelle", que había sido encontrada el 21 de febrero cuando solo pesaba 17 kilos y todo parecía indicar que las importantes heridas que padecía acabarían con su vida. Pero aquella primavera, tras conseguir la masa muscular necesaria y alcanzar los 30 kilos de peso, también fue liberada en su entorno natural.

| 2016-"Ladeira". En 2016 se salvó a otra tortuga, esta llamada "Ladeira" y devuelta al mar a diez millas de O Grove, cuatro meses después de que fuera recogida en la playa que le dio nombre, en Corrubedo (Ribeira). Estaba inmóvil y casi muerta. Con 21 centímetros de longitud y 499 gramos de peso era el segundo ejemplar más pequeño recuperado en Galicia hasta aquel momento. Pero en el Acuario O Grove ganó 300 gramos de peso, movilidad y capacidad de sumergirse en el agua. Como siempre tras una primera fase de rehabilitación en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Cemma.

| 2016-"Beo". Tras marcharse "Ladeira" la piscina de recuperación del Acuario O Grove pasó a estar ocupada por la tortuga "Beo", encontrada gravemente herida y enferma, con evidentes síntomas de deshidratación y desnutrición, en una playa del municipio de Malpica. Carecía de la aleta pectoral derecha, pero gracias a los cuidados recibidos alcanzó 1,70 kilos y 25 centímetros, por lo que pudo volver a nadar y bucear en las aguas atlánticas.

| 2017-"Lucero". En 2017 el Igafa recibió la visita de "Lucero", una cría de foca que había quedado atrapada por las redes de un pesquero en Cedeira en diciembre de 2016.

De solo un metro de largo y 22 kilos de peso, esta cría de lobo marino gris había sido trasladada desde la UCI de Nigrán al Igafa para recuperarse por completo de sus heridas y volver a ser libre.

En la piscina del centro acuícola de Niño do Corvo fue tratado de unas heridas en la cabeza y en sus aletas. Además se le enseñó a comer y a pescar por sí solo y a coger destreza para entrar y salir del agua. Lo consiguió y ganó peso, alcanzando los 33,5 kilogramos y la masa muscular necesaria para volver a nadar en libertad.

| 2017-"Antares". La tortuga "Antares" fue rescatada en diciembre de 2017 tras quedar atrapada en las redes de una embarcación en las cercanías de la isla Coelleira (O Vicedo). En atención al seguimiento realizado a través de la Sociedad Portuguesa de Vida Salvaje se comprobó en octubre pasado que desde su liberación en verano había recorrido ya 1.950 kilómetros en su periplo hacia el Caribe, situándose en algún punto entre los archipiélagos de Madeira y Azores.

Tras haber recuperado la señal, que se había perdido durante unos días, en la Cemma mostraban su "alegría y orgullo" al saber que la recuperación de "Antares" había sido un éxito y que se adapta sin problemas a una vida salvaje.

| 2018-"Luis Muxía". En marzo de 2018 llegaba al Igafa, tras pasar por la UCI, la foca "Luis Muxía", con un tamaño de 1,1 metros y un peso de 28 kilos. La evacuación al centro arousano se había retrasado unos días tras descubrirse que el animal tenía parásitos intestinales que desaconsejan ese traslado.

Era una cría de foca gris que había sido rescatada el mes anterior, gravemente enferma, por miembros de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) y la Xunta a través de la Red de Varamientos de Galicia.

Tras una evolución favorable, primero en la UCI de la Cemma y después en el Igafa, consiguió alcanzar los 31 kilos de peso y volvió a ser libre en aguas de Irlanda, a las que llegó a bordo de un pesquero que zarpó desde Vigo.

| 2018 -"Guardesiña". En marzo de 2018, tras marcharse "Luis Muxía", su tanque en el Igafa pasó a estar ocupado por otro lobo marino, de nombre "Guardesiña", que con 85 centímetros de longitud y 21 kilos de peso había sido localizado y recuperado en la costa de A Guarda el 14 de enero.

Tras una evolución favorable en la UCI de la Cemma, este lobo marino continuaba así su recuperación en el Igafa, que finalizó con éxito y en la que consiguió alcanzar los 31 kilos de peso.

| 2019-"Raciño". Este año comienza con la llegada de "Barizo", que como tantos otros lobos marinos que lo hicieron con anterioridad afronta aquí su última fase de recuperación antes de recobrar la libertad.

De 110 centímetros de longitud y de 23 kilos de peso, el animal apareció varado en las costas de Malpica el pasado 6 de enero y fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos "tras comprobarse que presentaba síntomas de desnutrición y afección respiratoria".