El Churrasco de Rubiáns (Vilagarcía) será mañana testigo de un emotivo homenaje a cien años de historia: la de José Pérez Casalderrey, un vecino de la parroquia de Lérez (Pontevedra) de la que fue alcalde de barrio durante dos décadas y que esta semana ha alcanzado nada más y nada menos que un siglo de vida. Y lo ha hecho en un estado envidiable. "¿El secreto? Ninguno. Estar bien. Y yo estoy perfectamente. Me visto, me ducho, me hago el desayuno, ... Por ahora no necesito ayuda. Pudiendo ser, voy poco al médico, porque unos te dicen una cosa, otros otra y no aciertan. Y cuantos menos medicamentos, mejor. Solo tomo una pastilla para el colesterol y otra para la tensión", relata el centenario, cabeza de una extensa familia con nueve hijos, varios nietos, bisnietos y un tataranieto que se llama Lucas. "Ya no llevo la cuenta", bromea.

Pérez Casalderrey ha cumplido cien primaveras con una energía pasmosa que ya quisieran otras personas de menor edad. Aunque ahora desprende entusiasmo y felicidad, su infancia no fue nada fácil. Su padre falleció cuando él era un niño. "Casi no lo conocí", recuerda. Y de su madre poco más tiempo pudo disfrutar, pues tuvo que cruzar el charco para emigrar a Argentina cuando José solo tenía 10 años. "No volvió más". Fue su abuela Bernarda la que se encargó de criarlo.

Cuando alcanzó la mayoría de edad fue reclutado para combatir en el Bando Nacional. Había estallado la Guerra Civil (1936). "A los 18 años me pusieron un fusil al hombro que casi no sabía ni para lo que era y me mandaron a la Guerra; estuve tres años luchando por los montes, pasando hambre y lleno de piojos", recuerda con claridad. Asturias, Teruel, Aragón, Cartagena o Valencia son solo algunas de las batallas en las que tuvo que combatir.

Cuando acabó la contienda, en el año 1939, Pérez Casalderrey pudo regresar a su Lérez natal y se casó con Clara Pérez, mujer con la que tuvo nueve hijos (uno de ellos fallecido). A lo largo de estos cien años ha vivido muchas experiencias, pero lo mejor de su vida -confiesa con rotundidad- han sido su esposa y sus hijos y todo lo que le han dado, es decir, su familia.

Actualmente José vive con su hija Pili y su nieto Miguel Ángel. "Me cuidan muy bien, no tengo ninguna queja", agradece.

Carpintero y alcalde

Además de ser alcalde de barrio en Lérez entre 1940 y 1962, su vida profesional la dedicó a la carpintería, trabajando en dos empresas de Pontevedra, en una 16 años (Prociga) y en otra 32 (Tafisa). Luego, jubilado, montó un pequeño taller en casa.

Habitualmente la familia de Pérez Casalderrey celebra sus cumpleaños, pero el de este año, el del centenario, será especial, por todo lo alto. Rocío, una de sus nietas y vecina de Vilagarcía, es una de las que se está encargando de organizarlo todo para que el día de mañana en el restaurante de Rubiáns se quede grabado en la retina de José para siempre. Y también en el de las decenas de comensales que asistirán.