En base a los pobres resultados obtenidos en los últimos años en las diferentes campañas de libre marisqueo en zonas como O Bohído, Cabío y Os Lombos do Ulla; teniendo en cuenta que la sobreexplotación, el furtivismo y parásitos como la marteilia son difíciles de sortear; y atendiendo también a la necesidad de introducir dragados, resiembras, limpiezas u otras acciones tendentes a recuperar productividad en esos espacios comunes de la ría, la Asociación de Rañeiros considera que "no queda más remedio que asumir la responsabilidad de acometer la gestión directa del libre marisqueo, tratando así de recuperar la capacidad productiva de antaño".
La entidad que preside Miguel Iglesias Romero se dispone a tirar del carro atendiendo a todo eso y "a las invitaciones realizadas por la Consellería do Mar", sin importarle "los obstáculos que puedan surgir en el camino por intereses localistas o criterios personales o corporativos poco maduros y sostenibles". Esto último parece un mensaje directo a todas o alguna de las cofradías que se quedan al margen de la Asociación de Rañeiros da Ría.
