"Es una pena que en los colegios no se imparta una asignatura de historia local, porque la mayor parte de los vecinos desconoce por completo qué personajes pisaron el lugar por el que pasa a diario". Así comenzaba ayer el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, su intervención durante la firma del convenio con Educación para acometer la segunda fase de excavación en Cálago. Esa ausencia de información sobre la historia más próxima es lo que quiere solucionar, por lo que va a mantener un encuentro con todos los colegios del municipio para que pasen por este espacio arqueológico mientras se encuentren trabajando en él. Así, "podrán recibir explicaciones sobre la importancia del castro de Cálago, el origen de Vilanova, donde hubo un monasteiro que fue atacado por el vikingo Bjorn Piel de Hierro y por el árabe Almanzor, dos personajes de una gran relevancia histórica".
El convenio firmado ayer con la Consellería de Cultura permitirá acometer la segunda fase de excavaciones en Cálago, aunque en esta ocasión no serán unas simples catas, sino que se tomarán como referencia los datos del georradar. Esos trabajos se centrarán en la zona norte de la terraza, donde el georradar localizó una serie de estructuras enterradas y donde se tienen referencias sobre la existencia de la antigua iglesia y del monasterio.
Los arqueólogos desembarcarán en el lugar sobre el 15 de septiembre y tendrán por delante 20 jornadas de trabajo en las que tratarán de sacar a la luz las estructuras, analizarlas y asentarlas para que no se derrumben. Esta segunda fase de los trabajos estará financiada por la Consellería de Cultura con 30.000 euros. Queda pendiente una tercera fase, que le corresponderá financiar al Concello, por el mismo valor que la anterior, y que servirá para consolidar los hallazgos de esta expedición.
El castro de Cálago, incluido en el catálogo de Patrimonio Cultural de Galicia, se localiza en el propio núcleo urbano de Vilanova, en una pequeña colina a escasos 100 metros de la línea de costa actual. Se trata de un castro de la Edad del Hierro que presenta una forma elíptica, con unos ejes de 105 x 80 metros, en el que se identifica claramente su croa y una primera terraza, aunque es muy posible que contase con una segunda donde actualmente se encuentra el cementerio de Cálago. Con posterioridad, ya en la Edad Media, se estableció en ese lugar un monasterio del que se conserva todavía su torre o campanario, convertida en emblema del municipio. El Concello de Vilanova tiene cedidos los terrenos donde se asienta el castro, al alcanzar un acuerdo con sus propietarios para realizar los trabajos arqueológicos.
