Para divertirse no hay límite de edad. Así lo entienden las personas mayores de Vilagarcía de Arousa que participaron masivamente en la romería organizada por el Concello, ya que incluso hubo lista de espera porque el aforo se limitaba a 550 comensales. La fiesta se desarrolló en el pabellón multiusos de Fexdega, por lo que los participantes no tuvieron que preocuparse por el mal tiempo.

Entre los asistentes a esta romería estaban varios usuarios de la residencia Divina Pastora. Este centro también aportó a las dos personas de más edad de la fiesta, que fueron homenajeadas. Se trata de Carmen Vilas Barreiro, oriunda del barrio de A Torre que en septiembre del año pasado cumplió cien años, y Braulio Martín Rodríguez, de 99 años. Ambos fueron a recoger las distinciones preparadas por la organización, aunque finalmente optaron por no participar en el baile que puso el broche final a la fiesta. Además, los residentes del asilo se retiraron antes del recinto. Carmen Vilas hizo gala de su vitalidad.

Un grupo musical se encargó de amenizar el baile que tuvo lugar tras la comida de confraternidad. Fue entonces cuando la mayoría decidió salir a la pista de baile a mover el esqueleto, arrastrando con ellos primero a la concejala de Benestar e Persoas Maiores, Tania García, y después al alcalde, Alberto Varela, quien no se salvó de marcar cuatro pasos en la pista ni advirtiendo que el baile no es su fuerte.