Las playas caninas de O Grove están resultando un éxito. Son dos, aunque están prácticamente pegadas y se identifican como una sola, la de O Espiño. Se sitúan al lado del puerto pesquero de Pedras Negras, en San Vicente do Mar, y están desbordadas de usuarios casi a diario.
Cada vez son más los ciudadanos que acuden con sus perros a estas zonas de baño para disfrutar juntos de sus cristalinas aguas y la fina arena.
Dificultades
En el gobierno socialista de la localidad son conscientes de la importancia de estos arenales, como también de la conveniencia de habilitar algunos más para el disfrute de los canes y sus dueños.
Pero no resulta sencillo, tal y como explica la concejala delegada de Medio Ambiente, María de los Ángeles Domínguez Fernández, ya que la presencia de bancos marisqueros constituye un serio obstáculo.
De hecho se suprimieron las playas caninas de A Toxa y Rons, precisamente por las protestas de la cofradía de pescadores.
Chorlitejo
Y aunque se estudian futuras ubicaciones extra no parece sencillo encontrar el lugar idóneo. Máxime cuando las figuras de protección natural de diferentes zonas y la existencia de áreas de exclusión ligadas al plan de recuperación del chorlitejo patinegro ( Charadrius alexandrinus) también condiciona la posibilidad de permitir el acceso a perros.
"Sería bueno que pudiéramos tener algunas playas más especialmente indicadas para este tipo de turismo, ya que debemos ser conscientes de que no solo hay muchos grovenses que quieren ir a bañarse con sus perros, sino que también hay numerosos visitantes que llegan acompañados de sus mascotas", explica la concejala socialista Ángeles Domínguez.
Respecto al funcionamiento de las playas existentes en la actualidad aptas para perros, sostiene la edil que "no hay ninguna duda de que funcionan a la perfección; de hecho los usuarios nos dicen una y otra vez que se les quedan pequeñas y reclaman más espacios similares".
