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Ribadumia pide una limpieza exhaustiva para el Umia

Los responsables del Náutico entienden que ayudaría a frenar las crecidas espectaculares que sufre el río con las lluvias

El Umia, a su paso por la zona de Cabanelas, en Ribadumia, donde se encuentra la sede del Náutico O Muíño. // Noé Parga

Poco a poco las aguas del río Umia comienzan a regresar a su cauce, tras varios días en los que la crecida del río convirtió en un gran mar todas las fincas adyacentes debido a las constantes lluvias. En puntos como Ponte Baión, en Vilanova, todavía permanecía ayer la imagen de los campos totalmente inundados por la crecida.

Uno de los puntos más afectados por la crecida fue el Náutico O Muíño de Ribadumia, cuya actividad no se resintió, ya que los piragüistas continuaron con sus entrenamientos con relativa normalidad, pero si que notó el impacto en sus instalaciones.

Así lo reconoce uno de sus responsables, José Manuel Vázquez, que ayer apuntaba que "la crecida nos dañó dos embarcaciones ya que fue más fuerte de lo habitual, y aunque teníamos previsto que esto podría pasar, por lo que se trasladó gran parte del material antes de que se inundase el edificio, nos sorprendió un poco la magnitud que alcanzó durante el fin de semana".

Tras haber retirado todos los restos que dejó la inundación, Vázquez reconoce que es difícil encontrar una solución para evitar que las crecidas del río Umia alcancen el club. "Somos un club de piragüismo y debemos estar al lado del río, por lo que entra dentro de la lógica que esto nos pueda pasar, lo que no es tan normal es que no se tomen medidas para evitar que los desbordamientos sean tan espectaculares", explica. Lo lógico, entiende Vázquez, es que se acometan trabajos de limpieza del río una vez que este regresa a su cauce habitual, retirando restos de árboles y despejando las diferentes presas que se encuentra el agua en su recorrido, caso de As Aceñas en Baión, ya que "la ausencia de estos trabajos es lo que provoca que el río se desborde con esta magnitud ya que arrastra ramas y árboles que acaban obstruyendo el cauce".

No es la solución definitiva, pero "si que supondría un importante alivio para los terrenos adyacentes, ya que hay muchas zonas del río que no se tocan en todo el año". Vázquez también lamenta el papel que juega el embalse de Caldas en estas inundaciones. "La pasada semana fuimos a entrenar a esa zona y estaba al máximo de su capacidad, lo que demuestra que no trabajan con previsión para aligerar el agua antes de que todo se inunde", indica.

El Náutico es una de las voces autorizadas a hablar del río Umia, no solo por estar entre los principales afectados cuando se registra una crecida, sino porque el club lleva dos décadas organizando una de las pruebas más emblemáticas del piragüismo gallego que se disputa en esas aguas.

Todos los años, antes de que se celebre esa prueba, los integrantes del club eliminan gran parte de las ramas y obstáculos que arrastra el río en los 14 kilómetros del recorrido pero "no podemos llegar a todos los sitios que se encuentran en un pésimo estado".

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