Sin ningún tipo de destino específico, la batea de la que partió la Vuelta a España el pasado mes de agosto de Vilanova estaba condenada al desguace. Sin embargo, Javier Guillén convenció a José Luis Núñez, el propietario de la misma para que no lo hiciese y el artefacto flotante se mantenga como homenaje a uno de los eventos más importantes que han transcurrido en la comarca de O Salnés. Anclada todavía en el espigón de Vilanova, la batea pronto va a ser trasladada en las próximas semanas para ser sometida a trabajos de mantenimiento .

La intención de Núñez es dedicarla, el próximo año, a cuestiones de turismo cultural que "sirvan para dar a conocer a nuestros visitantes como se trabaja el mejillón". Una actividad extensible a escolares, cuyas visitas serán totalmente gratuitas. Además, Núñez abre las puertas a cualquier entidad o institución que quiera utilizar el artefacto flotante para celebrar algún tipo de acto, algo que ya hizo en su día el Concello de Vilanova con la "Batea Party"