El tramo sin peaje por la ciudad ya roza los 50.000 coches al día, el doble que la media de toda la AP-9

Solo se ve superado por los accesos a Vigo y A Coruña | Pasan más coches por el puente de Pontevedra que por la autopista en Compostela | El puente sobre la ría, abierto hace 32 años, recupera el tráfico de hace quince años

Tramo de la AP-9 libre de peaje en la ciudad, con el puente sobre la ría, y un intenso tráfico de vehículos pesados.

Tramo de la AP-9 libre de peaje en la ciudad, con el puente sobre la ría, y un intenso tráfico de vehículos pesados. / Gustavo Santos

El tramo libre de peaje de la AP-9, que funciona como circunvalación de Pontevedra sobre la ría entre Salcedo y el nudo de Bomberos, recupera de forma notable el pulso y roza ya los 50.000 vehículos diarios. Es prácticamente el doble que la media de toda la Autopista del Atlántico, que se sitúa en algo más de 25.500 coches. De este modo, el puente sobre la ría regresa a cifras que no alcanzaba desde hace quince años (salvo en 2019) cuando las medias anuales rondaban los 49.000 coches diarios

Además, este tramo aparece entre los de mayor uso de todo el trazado de la AP-9, solo superado por los accesos a las dos grandes ciudades gallegas, Vigo y A Coruña. Pontevedra incluso supera al uso de esta vía en Santiago.

Esta circunvalación es la única de la que dispone la ciudad a la espera de la A-57 entre Vilaboa y Curro, y cumple ya 32 años desde su inauguración en marzo de 1992. De los 36 tramos en los que el Ministerio de Transportes ofrece datos de tráfico en toda la autopista, solo seis ofrecen mayor uso que el de Pontevedra. En las proximidades a la ciudad olívica la autopista alcanza tráficos diarios de entre 54.000 y 65.000 coches, especialmente en el entorno de Rande, mientras que en Pontevedra cruzan el puente de la ría cada jornada más de 48.000 vehículos. En los accesos a la ciudad de A Coruña se supera ligeramente esa cifra, sin incluir la calle Alfonso Molina, donde se superan ya los 100.000 coches diarios.

Así, la circunvalación pontevedresa por la AP-9 supera en tráfico diario a otros puntos de la autopista del Atlántico que han sido objeto de ampliación, como es el caso de la circunvalación de Santiago en donde la media diaria no pasa de los 40.000 automóviles cada jornada. Por su parte, la conurbación de Ferrol-Narón tampoco alcanza el nivel de tránsito de este tramo de 3,7 kilómetros sobre el Lérez, al sumar una media de unos 28.000 vehículos por día.

Así pues, y a la espera de una A-57 que todavía tardará en llegar (tan solo está en marcha el primer tramo de obras entre Vilaboa y Marcón y la segunda fase, entre A Ermida y Pilarteiros es objeto de una gran contestación social) este tramo con su viaducto sobre la ría se erige como la única para circunvalar la ciudad usando una vía de alta capacidad sin entrar en el casco urbano y a medida que pasan los años va incrementando sus niveles de tráfico. De hecho, en su inauguración fue construida con la previsión de que cruzaran la ría cada día unos diez mil vehículos. Tres décadas después la cifra se ha multiplicado casi por cinco.

Y mientras que en otros puntos con un volumen circulatorio menor se han acometido importantes obras de mejora, como es el caso de la ampliación de capacidad y remodelación de conexiones en Santiago, Pontevedra permanece a la espera de reformas importantes, en especial la del nudo de Bomberos. Aunque se ejecutaron ya sondeos y mediciones en la zona, el grueso de los trabajos aún está pendiente. Los trabajos se diseñaron en 2014, pero hasta julio de 2023 no se adjudicaron a la empresa catalana Comsa por 9.549.041 euros y trece meses de plazo de ejecución.

Desde entonces hubo que aguardar a que Costas aprobara la reserva de uso de los terrenos marítimo-terrestres en los que se actuará. Con ese permiso ya en la mano, la Dirección General de Carreteras tiene prevista una “remodelación del enlace aprovechando la conexión que proporciona el puente de As Correntes con la ciudad de Pontevedra. Con la solución del proyecto, se pasa a una tipología de enlace tipo diamante con pesas con las dos glorietas existentes, que se modifican para adecuarlas a la nueva configuración. De esta forma, se plantea un tramo de nueva calzada para unir la glorieta de entrada al puente de As Correntes, al Este de la AP-9, directamente con los ramales que soportan los movimientos Vigo-Pontevedra y Pontevedra-Santiago. Con ello se consigue evitar dichos tránsitos y descargar tanto la glorieta de bomberos, situada al Oeste de la AP-9, como el tramo de la avenida Domingo Fontán entre ambas glorietas”, según explica el ministerio, que añade que “se mejora la capacidad del nudo viario duplicando dicho tramo de la avenida Domingo Fontán mediante un nuevo paso sobre la AP-9, y permitiendo el tránsito peatonal entre ambas márgenes, mejorando de esta forma la permeabilidad. También se elimina la intersección actual a nivel de los ramales del enlace con la carretera PO-531.

La única actuación realizada en los últimos tiempos en esa zona fue la eliminación del molesto “escalón” existente en la calle Domingo Fontán, en el puente sobre la AP-9,, obra que realizó el Concello.

La circunvalación de Pontevedra por medio de este tramo de la AP-9 fue inaugurado el 25 de marzo de 1992 tras dos años y medio de obras en los que Pontevedra contaba al fin con una vía de alta capacidad que evitase cruzar el centro para esquivar la ciudad pero que también cambiaba para siempre el paisaje de la ría de Pontevedra y la desembocadura del Lérez. Estos 3,7 kilómetros serían además gratuitos para cumplir esa función de circunvalación de la ciudad. El viaducto, con su característico pilar central en forma de “V”, obligó a realizar rellenos en el río y a modificar el puente de A Barca eliminando algunos de los arcos del lado de Poio para dar paso a la autopista.

El intenso uso del nudo de O Pino y la autovía de Marín

El mapa de tráfico que acaba de hacer público el Ministerio de Transportes, con datos referidos a 2022, pone de manifiesto que otras dos carreteras de titularidad estatal en Pontevedra soportan un elevado uso. Se trata del nudo de O Pino, donde confluyen la N-550 y la PO-10, donde se registra una media diaria de unos 23.000 vehículos. Por su parte, la autovía de Marín en la zona de Praceres ronda los 22.000 coches cada jornada. Son intensidades de uso similares, o incluso superiores a viales autonómicos también de gran uso como la PO-308 en Poio o la PO-531 entre Pontevedra y Vilagarcía. No obstante, en la autovía de Marín aún no se ha llegado a años en los que se rozaban los 30.000 coches diarios, como ocurría hace dos décadas.

Dentro de la AP-9, el tramo entre Pontevedra y Vilaboa, ya con peaje, supera los 31.500 vehículos al día, que baja a unos 30.000 en el recorrido siguiente, desde Figueirido hasta Rande. En este último caso, muchos conductores utilizan otra carretera nacional convencional, la N-554 en Vilaboa, como alternativa a la autopista hasta el puente de Rande sin tener que abonar el peaje. Son diez kilómetros que atraviesan Vilaboa y permiten acceder al puente de Rande en el límite con Moaña, donde ya está liberado de tasa económica. Por la N-554 circulan cada día unos 10.000 vehículos, una cifra que se alcanzó hace varios años, tras la reforma integral de ese vial.

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