La Xunta intensifica la seguridad vial en la PO-531: reformará el tramo próximo al colegio de Campañó

El Consello de la Xunta aprueba un proyecto que incluye una glorieta en el cruce con la PO-310 | Las obras, en 2025

Una de las sendas ya existentes en la carretera

Una de las sendas ya existentes en la carretera / Rafa Vázquez

El primer Consello de la Xunta tras la toma de posesión del nuevo gobierno autonómico y de la flamante conselleira de Infraestruturas, la pontevedresa María Martínez Allegue, ha aprobado un nuevo plan de seguridad vial en la PO-531, la carretera entre Pontevedra y Vilagarcía, una de los viales convencionales más utilizados de la provincia, con más de 18.000 coches diario. El acuerdo del Consello implica la aprobación definitiva del proyecto, que se desarrollará en la parroquia de Campañó, a las puertas del colegio público, su declaración de utilidad pública y la urgente ocupación de las trece fincas afectadas, que suman unos 2.200 metros cuadrados.

El presupuesto ronda el millón de euros y se suma a otras actuaciones ya realizadas en este mismo vial en A Devesa o Barro, entre otros puntos. En este caso, dos las actuaciones más destacadas serán la ejecución de una nueva glorieta en el cruce con la PO-310 que se dirige a A Caeira, y un kilómetro más de recorrido peatonal en el entorno del colegio de Campañó. El tramo de actuación se sitúa entre los kilómetros 3,120 y 3,600, es decir, desde la citada intersección con la PO-310 y la rotonda donde se conecta la PO-531 con el acceso norte de Poio, la denominada VG-4.8.

El objetivo es intensificar la seguridad en los diez kilómetros de vial entre Pontevedra y Barro, donde ya existen seis glorietas y kilómetro y medio de senda peatonal en la zona de A Devesa. En este caso, la previsión apunta a llevar a cabo los actos expropiatorios en el segundo semestre de este año para que las obras, con un plazo de ejecución de ocho meses, comiencen en 2025.

El presupuesto ronda el millón de euros y se suma a otras actuaciones ya realizadas en este mismo vial en A Devesa o Barro, entre otros puntos. En este caso, dos las actuaciones más destacadas serán la ejecución de una nueva glorieta en el cruce con la PO-310 que se dirige a A Caeira , y un kilómetro más de recorrido peatonal en el entorno del colegio de Campañó. El tramo de actuación se sitúa entre los kilómetros s 3,120 y 3,600, es decir, desde la citada intersección con la PO-310 y la rotonda donde se conecta la PO-531 con el acceso norte de Poio, la denominada VG-4.8.

El objetivo es intensificar la seguridad en los diez kilómetros de vial entre Pontevedra y Barro, donde ya existen seis glorietas y kilómetro y medio de senda peatonal en la zona de A Devesa. En este caso, la previsión apunta a llevar a cabo los actos expropiatorios en el segundo semestre de este año para que las obras, con un plazo de ejecución de ocho meses, comiencen en 2025.

El proyecto destaca que este tramo, entre el cruce de la PO-310 y el acceso norte de Poio, “carece de itinerarios seguros para el tránsito peatonal, a pesar de que en este tramo se localiza el acceso al colegio público de Campañó” y que soporta un “tráfico local de corto y medio recorrido”. Es un tramo con “características periurbanas, con la presencia de edificaciones continuas en ambos márgenes de la vía, de carácter comercial e industrial, así como viviendas. Por este motivo la intensidad del tráfico en esta vía es elevada”.

Esta actuación entre los kilómetros 3,120 y 3,600 incluye “una glorieta en la intersección con la carretera PO-310; realización de sendas peatonales en ambas márgenes de la carretera PO-531, entre la nueva glorieta y la VG-4.8; eliminación de los giros a la izquierda y de los carriles centrales de espera; acondicionamiento de las paradas de autobús existentes, incluyendo la instalación de refugios; y mejora de la intersección del acceso al CEIP de Campañó y habilitación de espacios de aparcamiento”.

Se pone de manifiesto que la obra “tiene como finalidad intentar reducir la accidentalidad específica que se ha registrado en este tramo teniendo en cuenta los datos disponibles en la base de datos de la DGT, conforme a los partes de accidentes elaborados por la Guardia Civil”.

Plano de la futura rotonda en el cruce de la PO-531 con la PO-310

Plano de la futura rotonda en el cruce de la PO-531 con la PO-310 / FdV

La rotonda en el cruce con la PO-310 eliminará la actual intersección en T y tendrá un “diámetro exterior de 30 metros y uno interior de ocho, con dos carriles de cuatro metros y dos arcenes de un metro de anchura”.

Las sendas hasta la glorieta del acceso norte de Poio, en las dos orillas del vial, tendrán una anchura mínima de 2,5 metros más una zona ajardinada de medio metro de anchura. En las proximidades del acceso al colegio CEIP Campañó-Parada se habilitarán dos zonas de aparcamiento en las proximidades de la carretera PO-531 en una superficie de 1.224 metros cuadrados. El presupuesto inicial es de 975.000 euros, incluidas las expropiaciones.

Variante de Alba

En tramo donde se actuará en la PO-531 es donde el Concello diseñó en su día la conexión de este vial con la Variante de Alba, una carretera alternativa a la PO-225 en Alba, un vial muy sinuoso y parte del Camiño Portugués. Sobre esta carretera también transita el Eje Atlántico ferroviario, con un puente de un gálibo muy bajo para los camiones, lo que provoca incidentes con cierta frecuencia. Esta circunstancia obliga a estos vehículos pesados a circular por la calle Domingo Fontán para acudir de la N-550 a la PO-531 o viceversa. Por ello el Concello insiste ante la Xunta por la Variante de Alba, pero la respuesta autonómica es la misma desde hace tiempo: “No tenemos consignación ni intención de ejecutarla”.

Hace año y medio, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda dejaba clara esa postura y el asunto volvió a ser planteado por el alcalde, Miguel Fernández Lores con el propio Rueda en octubre pasado, durante una entrevista entre ambos, de nuevo sin éxito. Con motivo de la toma de posesión del nuevo ejecutivo gallego, Lores volverá a la carga con el proyecto. La Xunta decidió desistir de esta variante ante las discrepancias con el Concello en cuanto al diseño del vial (la consellería defendía cuatro carriles y el gobierno local apuesta por una calle con “lombos”) pero sobre todo por el desacuerdo de los vecinos con el trazado planteado.

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