El Valle Inclán dedicó una mañana a talleres divulgativos sobre discapacidad

Las asociaciones Alalá, Xoga, Asampo, Aseipo y Afapo acudieron ayer al centro de enseñanza secundaria con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad

JORNADA SOBRE DISCAPACIDAD EN EL IES VALLE INCLAN.

JORNADA SOBRE DISCAPACIDAD EN EL IES VALLE INCLAN. / Gustavo Santos

Gala Dacosta

El pasado 3 de diciembre se celebró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y el IES Valle Inclán acogió una charla en el paraninfo sobre la diversidad funcional y sensorial, así como una serie de talleres que tuvieron lugar más tarde en las aulas. El objetivo principal era el de sensibilizar y concienciar de forma efectia a los jóvenes con respecto a distintas diversidades (o discapacidades, pues en la coordinadora de asociaciones insisten en la posibilidad de usar ambos términos sin etiquetar a las personas).

La jornada “A discapacidade invisible” permitió a los adolescentes del centro aprender, un día después de la conmemoración del día, sobre la realidad diaria de la mitad de la población mundial, que se calcula que sufre alguna clase de discapacidad. El nombre, discapacidad invisible, responde a la realidad de muchas personas cuyas diferencias no son perceptibles a simple vista aunque de una forma u otra condicionen su día a día.

La presidenta de Xoga, María Jesús Montero, indicó que “hace falta más concienciación y empatía” y que todavía queda por hacer en el camino de la inclusión: “El mundo es individualista y consumista y eso genera que no haya colaboración. Incluso en las propias asociaciones es complicado con discapacidad, y en el caso de los jóvenes y los mayores es complicado. No es posible la empatía real por ahora”.

La organización de este día corrió a cargo de Ceddd Galicia, el Consejo Español para la defensa de la discapacidad, dependencia y personas mayores, pero participaron de los talleres Alalá, Xoga, Asampo, Aseipo y Afapo, que se turnaron para impartir conferencias y realizar actividades con los alumnos del centro. También participaron la Diputación de Pontevedra, el Concello y el departamento de Normalización Lingüística del instituto Valle Inclán.

Este tipo de jornadas, insistieron desde la coordinación, resultan esenciales para acercar al alumnado las problemáticas. La presidenta de Xoga realizó un taller en el que los alumnos pudieron aprender sobre asuntos de actualidad como la pérdida de audición en personas jóvenes, que pudieron comprobar mediante una aplicación móvil que mide los decibelios en un espacio determinado, o unas nociones basicas de lengua de signos, que algún alumno ya conocía.

Además, ya que cada idioma tiene una lengua de signos distinta, aprovechó la presencia de figuras como la concejala de Benestar Social, Anabel Gulías, para pedir apoyo para oficializar uno en gallego, cuyo uso todavía no se ha aprobado y para el cual sería de enorme utilidad la difusión por parte de políticos e instituciones. Por otro lado, la Afapo (asociación de familiares de personas con Alzeheimer de Pontevedra) enseñó sus distintas iniciativas en toda la comarca e insistieron en la importancia de tener un concepto claro de qué es la demencia y del desgaste que supone para las familias el cuidado de una persona con esta enfermedad neurodegenerativa.

El compromiso de Mati Pérez, joven y ejemplar

“En mi familia, la donación es como en otras la religión”, apunta con rotundidad Matilde Pache Pérez-Mirás, de Asampo, que comenta que ha salido antes del instituto para impartir una charla divulgativa a los alumnos del Valle Inclán. El compromiso de Mati se percibe a leguas de distancia: ha llegado antes de tiempo a la jornada y espera en la puerta con otra mujer, con quien se comunica a través de lenguaje de signos. Tiene tan asumido que donar órganos para trasplantes es un acto generoso que posibilita la vida de otros que con tan solo 17 años, lleva desde el principio en la asociación y ya antes de su fundación participando de la famosa Pontevedrada, que se celebra a finales de abril.

PONTEVEDRA. JORNADA SOBRE DISCAPACIDAD EN EL IES VALLE INCLAN.

PONTEVEDRA. JORNADA SOBRE DISCAPACIDAD EN EL IES VALLE INCLAN. / Gustavo Santos

“Yo tenía seis añitos y mi madre me dijo que íbamos a la Ferrería a despedir a mi padrino porque se iba andando hasta Santiago”. Toda su familia es donante, y no porque hayan tenido algún receptor de órganos entre los suyos. Lo hacen por pura conciencia y compromiso: “Soy donante de todo. Tengo muy claro que cuando muera, lo que pueda aprovecharse de mí debe hacerse”. Y es que la jovencísima Mati Pérez está totalmente convencida de que a partir de los 13 o 14 años es fundamental que las personas conozcan la posibilidad de hacerse donantes de órganos. Desde los 18 años, cualquiera puede serlo sin consentimiento paterno, pero es cierto también que “hay mucha gente que piensa que tienes que donar en vida. Hay mucha desinformación cuando llegas a la mayoría de edad y ahora con 14 años es posible que se mentalicen de la importancia de donar”, explica esta activista y estudiante.

Ayer habló sobre las actividades de Asampo, como la Pontevedrada o la Ruta Violeta, así como el voluntariado y la donación tanto de órganos como de médula, esta última también esencial para personas con enfermedades como la leucemia: “Dejar tus órganos al final del camino permite que otros continúen el suyo”, dice Mati.

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