“Cuando das libertad a los adolescentes, hacen maravillas”

Marta Bouzas, nacida en el 2000, casi se acaba de graduar en Comunicación Audiovisual en el campus de Pontevedra y prácticamente lo hace con un galardón bajo el brazo. Tras cursar el Máster de profesorado y darle un pequeño giro a su carrera profesional, hace apenas unos días, el proyecto surgido de su TFG era premiado en los últimos días con el reconocimiento al mejor documental universitario en el Festival Internacional Escolar y Universitario de Artes Audiovisuales eMove. Recibió el premio en el Teatro Lope de Vega, en Madrid, hasta donde se desplazó con integrantes de su pieza audiovisual. Se trata de un cortometraje titulado “My Truth”, que versa sobre la salud mental y narra una historia en tres actos. Advierte de que su final es oscuro, pero “era necesario” para contar la historia que rondaba su cabeza.

–¿De dónde diría que ha surgido la idea principal o el tema de su documentla, “My Truth”?

–Es un documental o vídeo ensayo en parte intimista, porque quería mostrar mis vivencias y mis pensamientos a través de un actor que se desdobla mediante una voz en off. Tiene tres actos y dura unos seis minutos, va sobre enfermedades desde la ansiedad hasta la depresión. Esta última es la más oscura, de hecho, pero tenía que terminar así y el personaje principal tenía que morir.

–¿Cree que los jóvenes tienen más facilidad para hablar de la salud mental o que sigue continúa siendo como siempre un tabú?

–Creo que en comparación con nuestros padres o abuelos tenemos menos estigmas, como por ejemplo a la hora de admitir si vamos al psicólogo, pero también parece que por otra parte, al hablar de ello se banaliza. Hay palabras que de tanto usarlas tienen menos peso porque hay muchos memes que circulan por ahí y la gente banaliza y no entiende la importancia de ciertas enfermedades.

–¿Cómo ha conseguido realizar esta pieza con tanta sensibilidad y sin abusar del dramatismo?

–La verdad es que fue difícil, pero intenté hacerlo con todo el respeto. Tuve ayuda de mi tutora, que fue un pilar fundamental para no caer en el excesivo dramatismo. Cuesta no hacerlo hablando de un tema de salud mental.

–Ya ha tocado palos distintos de la comunicación, de la docencia... ¿sabe ya hacia dónde quiere encaminarse después de obtener este galardón tan motivador?

–Después de hacer el máster de profesorado este año intenté mezclarlo con mis conocimientos de comunicación audiovisual. Además, el premio que gané tiene que ver la educación y fue en conjunto con mi tutora y me ayudó a interesarme por el tema de la alfabetización audiovisual. Tuve la oportunidad de hacer prácticas en una FP de producción audiovisual y me encantó. Es algo en lo que nunca había pensado antes.

Creo que en comparación con nuestros padres o abuelos tenemos menos estigmas, como por ejemplo a la hora de admitir si vamos al psicólogo, pero también parece que por otra parte, al hablar de ello se banaliza. Hay palabras que de tanto usarlas tienen menos peso

–¿Cómo describiría esta primera experiencia docente y de Formación Profesional?, ¿había interés por parte del alumnado?

–Genial porque hicimos un documental llamado “Paralelas”, sobre las vidas de cada uno de ellos. Darles la oportunidad decoger la cámara por primera vez y ver cómo exploran y se expresan me encantó.

–Es un proyecto docente muy innovador, ¿ le sorprendió para bien o para mal el resultado obtenido?

–Sí, porque pensé que se lo tomarían menos en serio. La verdad es que cuando les das libertad a los adolescentes, descubres que hacen maravillas. Es impresionante lo que pueden conseguir con tan poco. Tenían los planos en la cabeza, la luz, la composición... y a nivel narrativo, veías cómo conseguían crear historias completas. Fue precioso ver ese proceso y acompañarlos. Estoy viendo si hay alguna manera de mover sus documentales y proyectarlos en algún sitio, pero está complicado.

Suscríbete para seguir leyendo