El encarecimiento de hasta un 25% del precio de las cenas de Navidad no frena las reservas

En locales como El Cafetín comenzaron ya las demandas de presupuesto a mediados del mes de octubre | ”Tratamos de absorber la inflación más que de repercutirla en el cliente”

Rubén González, de El Cafetín, preparando un servicio en el restaurante. |   // RAFA VÁZQUEZ

Rubén González, de El Cafetín, preparando un servicio en el restaurante. | // RAFA VÁZQUEZ / Cristina Prieto

Con el inicio de noviembre, llega el momento en el que las empresas y sus trabajadores, así como grupos de amigos, empiezan a organizar las tradicionales cenas de Navidad. Este año el ritmo de reservas va algo más lento que en los anteriores, aunque hay locales que ya tienen completos los días más fuertes de una temporada considerada casi tan alta como la de verano. Las cenas y comidas en estas fechas señaladas significan un importante volumen de la facturación anual para la hostelería.

La inflación no pasa de largo por este sector. De hecho, este año se prevé un encarecimiento de entre un 15 y un 25 por ciento en los clásicos menús cerrados con los que se trabaja en estas cenas debido, principalmente, a la subida de precio de la práctica totalidad de las materias primas, especialmente del pescado y el cerdo, que se han disparado en los últimos meses.

Aún así, la mayoría de los restaurantes de la ciudad están tratando de repercutir lo menos posible este incremento en los clientes. Actualmente, los menús navideños oscilan entre los 35 y los 60 euros –con excepciones más elevadas–, siendo el más demandado el que incluya entrantes, primer y segundo plato y postre por un precio medio de 45 euros.

“Todos queremos llenar los locales, por eso tratamos de absorber esta inflación más que repercutir en los precios, pero algo hemos tenido que subir”, explica el chef de El Cafetín, Rubén González, así como otros hosteleros consultados por FARO.

En el caso del restaurante Creperie Cre-Cotte, por ejemplo, al tener espacio para grupos más pequeños, no trabaja tanto con menús cerrados, por eso para los clientes es más sencillo ajustar precios. “Suelen pedirnos de carta, incluso algunos grupos de amigos comen de menú del día”, explica su responsable, Raúl Facciola.

En su caso, las reservas van a un ritmo “muy relajado, porque todavía es pronto”, pero en otros establecimientos, como El Cafetín, hay movimiento desde hace semanas, “nos han pedido presupuesto desde principios de octubre. Es pronto, pero hay gente que no quiere quedarse sin sitio”.

De hecho, en este restaurante tienen clientes fijos desde hace años. “Para nosotros es un orgullo que la gente repita”, señala Rubén González. Precisamente para evitar que haya quien se quede sin sitio, ofrecen la opción de hacer la comida o la cena tipo cóctel en la Gastroteca.

Otro de los escenarios típicos de las cenas de Navidad en la ciudad, el Liceo Casino, tiene ya todos los viernes y sábados prácticamente completos a partir de mediados de noviembre y hasta finales de diciembre. En este caso, los eventos suelen reunir entre 80 y 300 personas, según la empresa que lo haya reservado.

La inflación también se nota en esta sociedad que, al igual que en la práctica totalidad de los restaurantes de Pontevedra, ha subido los precios de su menú por la inflación. De momento, según apuntan, los clientes no han pedido ajustar ni ahorrar en los platos incluidos. Hay que tener en cuenta que en muchos casos son las propias empresas las que corren con los gastos de estos eventos, pero también que la gente, por estas fechas, está más predispuesta a asumir ciertos gastos que se hacen solo una vez al año.

¿Con o sin adelanto?

En la mayoría de los locales de la ciudad no se exige una señal para las reservas de cenas de Navidad cuando se trata de grupos pequeños. Sin embargo, cuando son eventos para muchos comensales, sí que se pide un adelanto por posibles cancelaciones de última hora.

El sistema que utilizan en El Cafetín, por ejemplo, es la confirmación de asistencia con 72 horas de antelación, facturándose el total de comensales que hayan confirmado, asistan finalmente o no. “Por suerte, no lo notamos mucho, pero en reservas de más de 10 personas siempre puede fallar alguna y, sumando todas, pueden ser pérdidas importantes”, explica Rubén González.

En el Liceo Casino, por ejemplo, solo piden señal si el evento se realiza en el parque de A Caeira, porque en invierno está cerrado y abrirlo supone movimientos de personal y acondicionamiento.

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La temporada navideña está considerada casi tan alta como la de verano en la hostelería, de ahí que se realicen refuerzos de personal en una línea muy similar a la estival. Según apunta la Federación de Hostelería de la Provincia de Pontevedra (Feprohos) la primera fecha disponible para grandes grupos en los restaurantes de la ciudad es el fin de semana del 24 y 25 de noviembre. Antes está ya todo ocupado. “Hay que tener en cuenta que estas cenas se organizan prácticamente en su totalidad los viernes o sábados. Y por eso los días que quedan se reducen. Si tenemos en cuenta lo que dura la Navidad, hablamos únicamente de ocho días disponibles”, explica Beatriz Carballido, gerente de Feprohos. El responsable de El Cafetín explica que “antes de la pandemia, el primer fin de semana después del puente de diciembre era el más complicado, pero ahora calculo que todos los fines de semana estaremos completos”. Al sector le beneficia que el 25 de diciembre caiga entre semana, y este año coincidirá en lunes, pero a cambio cada vez se llevan más las reservas en el puente de la Constitución. “Sobre todo al comercio local, le encaja bien cenar el día 7, porque al día siguiente es festivo y no abre”, apunta Rubén González.

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