El área sanitaria registra una incidencia más alta de lo habitual de escarlatina

Los pediatras aseguran que no hay riesgo ni alarma de salud pública | Desde Política Social no tienen constancia de brotes en las escuelas infantiles de Pontevedra, pero sí de casos aislados

Exterior del servicio de Urgencias pediátricas en el Hospital Provincial de Pontevedra.

Exterior del servicio de Urgencias pediátricas en el Hospital Provincial de Pontevedra. / GUSTAVO SANTOS

El área sanitaria de Pontevedra registra desde el pasado mes de enero una incidencia más alta de lo habitual de escarlatina, una enfermedad contagiosa aguda que afecta a la infancia y cuyos síntomas son fiebre, amigdalitis, enrojecimiento de la piel y descamación. Se transmite a través del aire, por las gotitas de saliva. Hay más casos en los niños de dos y tres años como consecuencia del aislamiento durante la pandemia del COVID, pero no hay preocupación por ello.

“Llevamos desde finales de enero hasta ahora viendo muchísima amigdalitis estreptocócica, que se diagnostica con una prueba, y que se cura muy fácil, con antibiótico. No tiene ningún riesgo, siempre que se trate los días suficientes y con la dosis adecuada. No tiene riesgo de salud pública como para alarmar a la población en absoluto”, explica el doctor Enrique Marra-López, urgenciólogo en Pediatría del Hospital Provincial.

En el medio escolar

El contagio es muy fácil, sobre todo “en el medio escolar, como todas las infecciones de los niños, donde pasa muy fácilmente de unos a otros”.

En todo caso, desde la Consellería de Política Social indican que en las escuelas infantiles del área sanitaria no se tiene constancia de ningún brote de escarlatina. “Sí que se dio algún caso aislado en diferentes escuelas infantiles de la provincia de Pontevedra, que no tienen ningún tipo de conexión ni proximidad geográfica”, aseguran fuentes de esta consellería, que es quien tiene las competencias sobre estos centros educativos.

"Son las anginas de toda la vida, lo que pasa que en algunos casos la bacteria produce una toxina que se elimina por la piel y aparece una erupción, que llamamos de tipo escarlatiniforme"

Enrique Marra-López

— Urgenciólogo de pediatría

Por su parte, el jefe del servicio de Pediatría del Complexo Hospitalario de Pontevedra, José Antonio Couceiro, reconoce que “se han detectado algunos cuadros algo más agudos, porque son niños que no han tenido contacto con este virus y son más llamativos, por no haber estado expuestos durante un par de años”.

Igualmente, insiste en que “en el trabajo diario que vemos en el hospital no es algo que nos preocupe, aunque en alguna reunión de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica ya se ha hablado sobre el tema, pero sin darle especial trascendencia”. “No es una enfermedad muy inquietante”, añade.

Esta incidencia algo más alta de lo habitual se asocia a que son niños que no tuvieron apenas contacto con virus y bacterias debido al aislamiento por el coronavirus, ya que se trata de una generación de dos y tres años. “Ahora se contagian con más facilidad porque no tienen defensas”, recuerdan los pediatras.

Para la escarlatina no hay vacuna. “Son las anginas de toda la vida, lo que pasa que en algunos casos la bacteria produce una toxina que se elimina por la piel y aparece una erupción, que llamamos de tipo escarlatiniforme, que es lo que comúnmente se denomina escarlatina”, apunta Marra-López.

“En el trabajo diario que vemos en el hospital no es algo que nos preocupe, aunque en alguna reunión de la Sociedad Española de Infectología Pediátrica ya se ha hablado sobre el tema"

José Antonio Couceiro

— Jefe de Pediatría del CHOP

El tratamiento es con antibiótico, ya que es un cuadro bacteriano. “Es de los pocos exantemas que aparecen en los niños de causa bacteriana, por lo general se utiliza amoxicilina”.

La transmisión del niño al adulto puede ocurrir, “lo que ocurre es que como los adultos ya hemos pasado por muchas amigdalitis el estreptococo lo pasamos bien”.

La escarlatina no es una enfermedad de declaración obligatoria, por lo que no se hace un seguimiento. “Absoluta tranquilidad con el tema”, subrayan los especialistas.

Eso sí, como con cualquier enfermedad infecciosa que sea bacteriana se recomienda hacer un aislamiento, “por lo menos hasta que el niño lleve dos o tres días de antibiótico y esté sin fiebre”.

“Con la escarlatina, además, recomendamos que se queden en casa hasta la desaparición del exantema, que por lo general es a los tres o cuatro días”, concluye Enrique Marra-López.

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Desde el área sanitaria de Pontevedra hay satisfacción y optimismo respecto a la próxima inclusión en el programa de vacunación infantil del virus respiratorio sincitial, causante de la bronquiolitis en los niños. “Es un tema que a nivel infeccioso sí que tiene mucho calado, ya que va a suponer un cambio importante en la infectología pediátrica porque es un virus con muchísima incidencia y una morbilidad que no es desdeñable, mucho más que el COVID a nivel de pediatría”, celebra el jefe de este servicio en el CHOP, José Antonio Couceiro, que considera que esta vacuna “va a ser una revolución”.

Hay que recordar que la Xunta de Galicia anunció hace tan solo unos días que la sanidad gallega será la primera del mundo en incorporar la vacuna contra el virus respiratorio sincitial. Couceiro apunta que esta infección tiene también “muchísima trascendencia en la edad adulta, en los ancianos”. “Queda nada para una vacuna para los ancianos, para las mujeres gestantes, con la intención de proteger a los niños los primeros meses de vida. Lo que demuestran los ensayos es que se va a reducir muchísimo la tasa de infección, así como los ingresos en la UCI pediátrica y la mortalidad”, indica.

Asimismo, anota que con esta vacuna también mejorarán los procesos asmáticos que sufren los niños tras sufrir una infección con el virus respiratorio sincitial y bronquiolitis. “Se abre un mundo de cambios importantes en lo referido a las infecciones en pediatría, ya que al tratarse de una dosis anual dará protección durante todo un año”, considera Couceiro.

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