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Vista de la fábrica de Ence en Navia, Asturias.FdV

El “Plan B” de Ence ante un hipotético cierre de su planta de Lourizán solo pasa por Navia

La empresa baraja dos alternativas para cubrir la eventual pérdida del tercio de negocio que supone la celulosa producida en Pontevedra para los beneficios del grupo y ambas son con la ampliación de la fábrica asturiana

El Grupo Ence siempre insiste en que su apuesta por continuar produciendo en Lourizán es la primera opción con la que trabaja la compañía, confiando en que, la pronta resolución de la prórroga de la concesión en los tribunales, concretamente por el Supremo, le sea favorable. De hecho, a pesar de la situación de inseguridad jurídica de la fábrica de Pontevedra, que lleva parada desde julio por la sequía, no reparó en gastos para buscar una solución que en el futuro permita a la empresa sortear estos episodios en los que el Lérez pueda bajar con escaso caudal utilizando agua de la EDAR de Praceres.

No obstante, esto no quiere decir que el Ence no tenga preparado ya un “Plan B” en el caso de un hipotético cierre de Pontevedra ordenado por la Justicia. En la información que trasladan a sus accionistas y a posibles inversores, así como en sus cuentas de resultados, la empresa explica cómo compensarían en sus cuentas el impacto del cese de actividad en Lourizán y lo hacen a través de un análisis de la situación legal actual, del volumen de negocio que representa Pontevedra dentro del grupo y de las dos posibles opciones que barajan para encajar el eventual golpe.

En cuanto a lo que supone Lourizán dentro del negocio de celulosa, la fábrica aporta un tercio de los beneficios de la empresa, al tratarse de una fábrica “más pequeña y menos eficiente que Navia”. La primera produjo 431.257 toneladas de celulosa en 2021 y el complejo asturiano alcanzó las 577.435 toneladas.

Trabajo para reparar la tubería que abastece de agua a la fábrica de Lourizán desde Bora en Orillamar, Pontevedra.

La situación de inseguridad jurídica que planea sobre la fábrica de Pontevedra mantiene congelada las grandes inversiones, pero el Grupo ya anunció en reiteradas ocasiones que está dispuesto a destinar 395 millones en la fábrica de Pontevedra si se confirma su continuidad en los actuales terrenos al lado de la ría. El peso de Lourizán es de un 1/4 de sus beneficios medios del ciclo para toda la compañía, incluyendo también en negocio de energía.

¿Cuáles son las dos posibles alternativas a un cierre en Lourizán?

Ambas pasan por Navia. La primera sería construir una nueva línea en el complejo asturiano con una capacidad de 100.000 toneladas de celulosa de fibra corta “utilizando equipos del potencial desmantelamiento de Pontevedra y con una inversión estimada de cien millones de euros”.

La segunda, más ambiciosa, incluye construir una nueva línea flexible en Navia con capacidad de producción de 340.000 toneladas de celulosa de fibra corta o, alternativamente, hasta 200.000 toneladas de “Dissolving Pulp” o materia prima utilizada en productos higiénicos absorbentes con una inversión estimada de 450 millones de euros. Para ello ya tendrían incluso los permisos de ingeniería y ambientales avanzados y no es un secreto que Ence está apostando por diversificar su producción en lo que al negocio de celulosa se refiere.

La empresa señala en la presentación de sus cuentas que cualquiera de estas dos alternativas de crecimiento para Navia supondría ver "más que compensado" un hipotético cierre de Pontevedra

“Cualquiera de estas dos alternativas disponibles”, sumado al proyecto “Navia Excelente” que ya está en marcha para seguir mejorando la eficiencia de la planta asturiana permitiría, según la empresa, “que la contribución de Pontevedra al flujo de caja anual” se viera “más que compensada”, tal y como anunció en su exposición de resultados del trimestre pasado. Como se ve, un posible traslado dentro de Galicia se sigue sin contemplar por su inviabilidad.

En cualquier caso, la empresa insiste en que su prioridad es Pontevedra y confía en una resolución judicial favorable a este asunto, además de anunciar de que se agotarán los recursos ante todas las instancias judiciales si esto no ocurre.

La solución, en breve

Ence recuerda que en julio de 2021 la Audiencia Nacional anuló la concesión de los terrenos en los que se ubica la fábrica de Pontevedra. El Supremo admitió a trámite dos de los recursos interpuestos contra esta decisión y está a la espera de sentencia, un fallo que creen que se publicará “durante los próximos meses”.

Pendientes de normalizar la producción

El parón de la actividad provocado por la sequía ya hizo que Ence tuviese que pasar la mayor parte del tercer trimestre (desde el 20 de julio) sin contar con la producción de la fábrica de Pontevedra. De las 149.700 toneladas de celulosa que se obtuvieron en el mismo periodo de 2021 se pasó a las 21.700 de 2022, con el consiguiente perjuicio económico para la pastera. Pese a ello, los buenos precios de la celulosa permitieron al Grupo cerrar el trimestre con beneficios (22 millones de euros) y repartir esta cantidad el pasado día 15 como un dividendo entre sus accionistas a 0,09 euros por acción. La empresa está ahora mismo en proceso de reactivar la producción (para ello será clave la reparación de una canalización que abastece de agua a la fábrica) y prevé normalizar la situación en diciembre. A mayores, tiene en marcha el estudio de viabilidad para construir la planta en As Pontes para producir fibra reciclada y biomateriales a partir de papel recuperado. Aún así, precisarán de un 20% de fibra virgen que con origen en Pontevedra. De ahí que señalen que ambos proyectos son “complementarios”. Con todo, Navia también podría surtir de esta materia prima.

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