Unos agentes de la Guardia Civil que se encontraron en Caldas con dos peregrinas americanas, compraron de su bolsillo unos chalecos reflectantes para que las dos caminantes transitaran seguras en su recorrido hacia Composela.

Los agentes acudieron a una ferretería de la localidad caldense y adquirieron las prendas para reforzar la seguridad de estas dos mujeres, que no realizan el camino por la ruta habitual, sino por la carretera ya que una de ellas tiene que valerse de un andador. Esta circunstancia hace más peligroso su peregrinaje, de ahí que los guardias optasen por comprar los chalecos para mejorar su visibilidad.