Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las cofradías urgen a la Xunta para que localice puntos de vertido y afronte el dragado del Lérez

Portos de Galicia ofreció cinco alternativas a los pósitos de la ría de Arousa, pero los de Pontevedra no tienen novedades al respecto desde la paralización del proyecto, en abril de 2021 | ”La situación es crítica”, alertan

Problemas con el dragado del Lérez en el Club Naval de Pontevedra. | // GUSTAVO SANTOS

Después de más de una década de lucha y de una nueva paralización del proyecto del dragado del Lérez, el año pasado, las cofradías de la ría de Pontevedra urgen a la Xunta una solución al respecto porque “la situación es crítica”, alertan. El Ministerio para la Transición Ecológica ordenó clausurar en abril de 2021 el punto de depósito que había funcionado en el entorno de la isla de Sálvora desde 1998 y la Consellería do Mar ya dispondría de una relación preliminar de posibles puntos de vertido de los materiales de dragado de los puertos, una alternativa que presentó a representantes del sector pesquero de la ría de Arousa a través de una reunión por videoconferencia celebrada hace apenas un mes y medio, pero que en Pontevedra todavía se desconoce.

“A nosotros no nos consta que haya ninguna novedad al respecto, y llevamos muchos años luchando por esto, porque es un problema no solo de la ría de Pontevedra, sino de todos los puertos. Yo llevo desde 2008 en la cofradía y ya teníamos este problema”, lamenta Mari Carmen Vázquez, patrona mayor de Lourizán.

Su homónimo en Raxó, Iago Tomé, se expresó en la misma línea: “Estamos igual que siempre. Cuando acuerden que se lleve a cabo el dragado, será el doble de difícil, porque cada día se va llenando más de porquería. Pero la administración parece que no tiene prisa”. En este sentido, considera que “es más que urgente encontrar una solución, pero los políticos se pasan la pelota unos a otros y no hacen absolutamente nada. Después, las normas cambian cada cierto tiempo y tenemos que volver a hacer estudios nuevos sobre la situación, que pueden tardar meses o años en hacerse”. Por eso Tomé lamenta, sobre todo, que los plazos se eternizan “para conseguir un permiso, y no solo en el tema del dragado. Las consecuencias las sufrimos los de siempre”.

Las cofradías de Raxó, Lourizán y Pontevedra recuerdan que la zona que se iba a dragar en el Lérez era uno de los bancos más productivos de toda la ría y cada vez va a menos. De hecho, el banco llegó a facturar al año más de un millón de euros y ahora apenas ronda los 80.000 euros.

“Lo que está claro es que al final si queremos seguir con la actividad, tanto en marisqueo como en ciertos puertos, hay zonas que tendrán que dragarse sí o sí porque cada año vamos para atrás y hay cosas que son necesarias para la supervivencia”, apunta el patrón mayor de Raxó. “La zona está casi impracticable; nosotros hacemos lo que buenamente podemos con nuestro barco, pero hay zonas donde ya no hay calado y da vergüenza. La administración lo ha demorado demasiado”, reivindica. Todas las cofradías de la zona coinciden en la gravedad de la situación y cuestionan incluso el futuro de la actividad.

El sector teme que el dragado pueda retrasarse muchos años más mientras se encuentra otra zona en la que depositar los áridos, ya que los estudios realizados al río ya no serían válidos y repetirlos sería como volver a empezar. “Se hace un estudio, está todo preparado para poder llevar a cabo el dragado, pero entonces se paraliza todo y a los cinco años ese estudio ya no sirve, hay que volver a hacerlo de nuevo, con el retraso que conlleva”, apunta Vázquez.

Mientras, la situación va a peor cada año con una acumulación mayor de sedimentos ante la que poco o nada pueden hacer las limpiezas de las cofradías. “Tenemos un barco en la lonja que a veces hace arrastres para limpiar algo, pero no es suficiente”, explica la patrona mayor de Lourizán, que añade que “entre la sequía, de repente las lluvias fuertes, los incendios... el río se llena de todo tipo de cosas, troncos, cenizas... Si no se limpia, se acumula”.

El proyecto original del dragado del Lérez disponía depositar parte de los áridos al Oeste de la isla de Tambo, pero tras las quejas de sector de la navaja la Xunta, a través de Portos de Galicia, los desvió a la zona del entorno de Sálvora. En abril de 2021, el Ministerio para la Transición Ecológica ordenó clausurar ese depósito de Sálvora y hace apenas mes y medio la Consellería do Mar habría propuesto cinco posibles ubicaciones para esos áridos en la costa de Pontevedra, algo que no le consta a las cofradías de San Telmo, Lourizán y Raxó y que, según parece, se deberá negociar en los próximos meses. El objetivo es encontrar un único lugar de vertido que despierte el mayor consenso posible entre el sector del mar y que cuente con el beneplácito del Gobierno central.

“La toxina en esta época es un palo inmenso”

Este verano está siendo especialmente duro para las cofradías del fondo de la ría de Pontevedra, que están sufriendo “grandes pérdidas económicas” al no poder trabajar por estar los bancos marisqueros vedados por la presencia de toxinas lipofílicas. “La semana pasada los índices seguían dando altos. Ha llovido un poco, pero no hay viento fuerte”, comenta Mari Carmen Vázquez. En este sentido, Iago Tomé apunta que el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) no envió todavía los análisis al haber sido festivo el lunes, pero que la “situación es crítica”.

“Tener la toxina en esta época es un palo inmenso, porque es cuando se puede hacer más que en la campaña de Navidad, que son 10 días y el año pasado fue horrible. El verano son tres meses, y el año pasado se vendió bien. Es un palo para el sector al completo”, señala el patrón mayor de Raxó. En este sentido, añade que “los de a flote están sin cobrar, porque al poder usar otras artes no tienen derecho al cese de actividad, pero los de a pie, aunque tienen derecho, están esperando a cobrar desde el 20 de julio, y tampoco han recibido aviso conforme estaba aprobado”.

Compartir el artículo

stats