Un “acto coral”, en el que participaron la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; el delegado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Javier Rey; el director del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT), Felipe Criado, y los investigadores María Faro, Noemí Silva, César Parcero, Xosé Lois Armada y Elena Cabrejas, sirvió para presentar el convenio, valorado en 400.650 euros y con vigencia hasta 2024, para realizar nuevas intervenciones en yacimientos arqueológicos de la provincia, analizar y estudiar tanto las colecciones existentes como nuevos materiales, impulsar actividades de divulgación y, finalmente, apoyar a los concellos en un ámbito tan específico como la investigación, preservación y promoción de su patrimonio arqueológico.

El convenio, que nace de la experiencia acumulada durante el acuerdo piloto firmado en 2020, estrecha la alianza científico-administrativa entre Diputación y CSIC. “No es un convenio más”, recalcó Carmela Silva, “sino un acuerdo para hacer cosas grandes con los y con las mejores investigadoras”. Un paso más en una provincia con una riqueza arqueológica “que es la envidia de muchas otras regiones de Europa”. La presidenta se mostró encantada de que “en esta casa, en esta Sala de Gobierno de la Diputación, con paredes de 1836, tan relacionadas con el arte, la cultura y la investigación” se siga avanzando por “preservar nuestra historia”. “El futuro tiene mucho que ver con la investigación y las administraciones públicas acertamos cuando atraemos la inteligencia científica y el conocimiento que existe en nuestro entorno para tomar decisiones”. “Hay que beber de la inteligencia que hay en la sociedad”, insistió.

El convenio incluye la convocatoria de un programa abierto, dirigido a los concellos, convocado con transparencia y concurrencia competitiva, para que puedan presentar proyectos para hacer realidad intervenciones arqueológicas no invasivas y con la última tecnología disponible en su territorio.

Carmela Silva destacó que son actuaciones que serían muy complejas para pequeños municipios que albergan tesoros patrimoniales bajo tierra. Con este programa, se seleccionarán 8 proyectos (dos este año, tres en 2023 y otros tres en 2024). El segundo aspecto será el estudio de las colecciones existentes en museos, especialmente en el Museo de Pontevedra, así como de materiales nuevos aún sin catalogar o los que puedan acercarse en un futuro inmediato. Finalmente, se prevén actividades de divulgación dirigidas a la sociedad que incluirán una exposición sobre los resultados de las ocho intervenciones a realizar, una exposición itinerante por la provincia, cinco charlas y talleres en centros educativos y otras tres en espacios municipales.

La presidenta de la Diputación reivindicó la importancia de la presencia en la sede de la Diputación de los seis investigadores más relacionados con este ambicioso proyecto, así como su “pasión por la ciencia”. “Los territorios que cuidan lo que fueron tienen futuro”, afirmó antes de reivindicar la apuesta compartida de la Diputación y el CSIC por poner en valor los yacimientos de la provincia para construir juntos “un modelo a partir de la ciencia, la cultura y la historia, que más que turístico es de atracción de visitantes”.