Nuria Rodríguez | Presidenta de la Federación de Socorrismo de Galicia

“El accidente en Sanxenxo se podría haber evitado si hubiese servicios mínimos”

“No hay una ley que determine claramente la temporada, entonces la seguridad queda a la conciencia de cada ayuntamiento”

Nuria Rodríguez, en la playa de Bastiagueiro.   | // VÍCTOR ECHAVE

Nuria Rodríguez, en la playa de Bastiagueiro. | // VÍCTOR ECHAVE / Marta Otero Mayán

Marta Otero Mayán

El trágico accidente que acabó hace dos semanas con la vida del oftalmólogo coruñés Juan Tábara ha abierto un debate sobre la seguridad de los bañistas y ha despertado antiguas demandas de los profesionales del salvamento, que piden desde hace años que se intensifique la vigilancia, la señalización y la protección de los usuarios de las playas. La presidenta de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Galicia, Nuria Rodríguez, explica la normativa vigente en la convivencia de los arenales y lo que falló en el fatal suceso.

–Llevan años advirtiendo de que un día iba a pasar algo si no se aumentaba la seguridad. Y, efectivamente, ha pasado.

–Sí. llevamos mucho tiempo diciendo que las temporadas tienen que ser más largas. Cada día, por cuestiones económicas, entiendo, se acorta más la temporada de verano con respecto a los servicios de salvamento. El balizamiento se hace cuando hay servicio de salvamento. Esperamos para todo al 15 de junio, y pasa lo que pasa. Ya vemos que tiene que pasar algo para que se tome conciencia de lo importante que es lo que llevamos reivindicando desde hace años.

–El que se acorte la temporada contrasta, en cierto modo, con el ritmo de vida actual: el verano cada vez empieza antes y acaba más tarde, a efectos de afluencia.

–Totalmente, sobre todo en una zona tan turística como Sanxenxo. Hay pueblos que no reciben visitantes con tanta normalidad, pues bueno. Pero Sanxenxo, por ejemplo, tendría que estar más preparado para todos los usuarios que recibe. Además, ha sido una Semana Santa buena, a mediados de abril, con buen tiempo. Nunca pasa nada, pero el problema es cuando pasa.

–Con las últimas informaciones sobre la mesa, ¿qué falló en el caso del accidente de Silgar?

–Por lo que estuvo saliendo, parece que la embarcación va a una velocidad impresionante, a menos de 200 metros de la costa. El nadador, en principio, estaba preparado perfectamente, era deportista, sabía donde estaba, llevaba una boya de señalización y estaba en los 200 metros dentro de la costa. Con lo cual, parece más bien una imprudencia de la embarcación a motor que de los bañistas.

–¿Cuál es la normativa de convivencia entre embarcaciones y bañistas?

–Aquí tenemos que utilizar todos el espacio acuático, y respetarnos los unos a los otros. Tenemos paddle surf, surf, deportes acuáticos, embarcaciones. Todavía no está muy delimitado el tema de surfistas y bañistas, aunque hay algunos ayuntamientos que van a establecer ordenanzas para separar las zonas. En cuanto a las embarcaciones, tienen que ir a más de 200 metros de la costa, cuando se acercan tienen que ir a menos de tres nudos, que es una velocidad muy baja para ver a posibles bañistas. En el caso de que tengan que entrar en la playa, el arenal tiene que tener un canal de entrada y salida de las embarcacione, y, en el caso de que no lo tenga, tenemos que ir por unas zonas en las que no haya usuarios, y muy despacio. Está claro que si la zona estuviese balizada, la lancha no iba a entrar en el espacio acuático. La normativa sí que delimita esto. Por mucho que estuviese a 180 metros, al final 20 metros se notan, y la embarcación sabe que tiene que ir despacio.

–La familia busca que el asunto no quede en un simple accidente. ¿Hay negligencia detrás, más allá de la velocidad de la lancha?

–En ese aspecto, la Federación nos unimos a ellos. Por lo menos, que las autoridades tomen conciencia del problema que tenemos. El que no pase nada no quiere decir que un día no pueda pasar. Al final, claro que es mala suerte estar allí.

–Desde Salvamento hacen mucha pedagogía con la importancia de la prevención, para tener que evitar el rescate.

–Sí. A nuestros alumnos siempre les decimos que el mejor rescate es el que no hay que hacer. Cuando no tenemos que intervenir, es que estamos haciendo un buen trabajo, una buena labor de prevención. No saldremos en la prensa como héroes, pero eso al final no nos vale de nada. Si hacemos una buena prevención, no tendremos que entrar en el agua, y haremos un buen trabajo.

–La lectura más negativa es que este accidente mortal podría haberse evitado.

–Podría haberse evitado, sí. Entiendo que estamos acostumbrados a poner los servicios a partir del 15, y no somos conscientes de que en Semana Santa, cuando es buena, viene gente, sobre todo a una zona como Sanxenxo, que tendría que tener unos servicios mínimos. Se pudo haber evitado esto, y eso es un poco lo que te duele decir. Si a alguien le pasa algo en la playa, deberían al menos tener un servicio también.

–¿Son los municipios los responsables de aumentar la seguridad en sus arenales, o hay una normativa común?

–Sí. Ocurre que estamos muy profesionalizados en el tema de la formación, y tenemos que tener una formación de muchas horas, unas 420, pero no hay una ley que diga claramente: tiene que haber socorristas y la temporada es esta. Aquí estamos un poco a la selva y a la conciencia de los ayuntamientos. Hay algunos que empiezan la temporada el 10 de junio, otros el 15... no hay una estipulada, y cada vez se reducen más. Hay una subvención de la Xunta para socorristas que cubre justo dos meses. Al final, la gente va a la playa igual, pero los servicios se reducen. Estamos viendo que la gente no quiere hacer el curso de socorrista porque, para dos meses de trabajo, se ponen de camareros en un bar.

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