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Dos históricos de nuevo puerta a puerta

Almacenes Clarita y La Moda Ideal coinciden en la llamada “calle de los comercios”

Alejandro y Chelo (izqda.), empleados de Almacenes Clarita, junto a Mayte, dueña de La Moda Ideal, en la calle Manuel Quiroga. | GUSTAVO SANTOS

Curiosidades de la vida, dos de las tiendas más emblemáticas, y antiguas, de Pontevedra vuelven a coincidir en ubicación por diferentes motivos. La Moda Ideal (1896) y Almacenes Clarita (1916), hace años próximas en los Soportales de A Ferrería, ahora casi se dan la mano en Manuel Quiroga, conocida por las generaciones más longevas de pontevedreses como “la calle de los comercios”.

A La Moda Ideal la trajo en marzo de 2017 a esta actual ubicación el incendio de su anterior negocio, un año antes, mientras que Almacenes Clarita se mudó en 2021, en principio temporalmente, por las obras de rehabilitación en el edificio de su primer bajo en A Ferrería.

“La verdad es que estoy encantada aquí”, reconoce Mayte Ramírez, de La Moda Ideal, “porque es una ubicación muy buena y una calle con mucho paso de gente”.

El tipo de negocio como el suyo es casi una especie en extinción. De los siete empleados que llegó a tener en la antigua tienda de los Soportales heredada de su tío ha pasado a estar ella sola. Todavía, a día de hoy, sigue sin recuperar mucha de la clientela que tenía antes. “Vienen muchos estudiantes de moda, así como de Bellas Artes, pero también tengo clientes de Vigo, porque este tipo de tiendas ya escasean”, explica a FARO.

Considera que el hecho de que ahora puerta con puerta esté Almacenes Clarita provoca un “feedback” beneficioso de clientela, ya que se trata de negocios en cierto modo complementarios.

Cuatro generaciones

Adrián García, la cuarta generación al frente de Clarita, también reconoce que la ubicación de Manuel Quiroga está resultando muy satisfactoria. “Estamos muy contentos aquí, aunque la idea es volver a A Ferrería, ya que es el lugar original de los almacenes”, asegura.

El negocio fue fundado por su bisabuela, Clara López, en 1916, aunque la semilla de la tienda la puso su tatarabuela, María Santiago, a principios del siglo XX con la venta en la feria. La empresa comenzó con paquetería, pero con el paso de las generaciones amplió a tejidos, moda de caballero, mujer y hogar y teniendo abiertos simultáneamente hasta cuatro locales entre los Soportales y A Ferrería, siendo este último el único que conserva la actividad actualmente.

“En general toda esta zona es muy buena: tanto A Ferrería como los Soportales como Manuel Quiroga. Cuanto antes se terminen las obras en marcha y se inicie la rehabilitación del edificio del incendio, mejor para todos”, concluye.

El milagro de jubilarse tras 50 años en el mismo empleo

Solamente negocios con solera como Almacenes Clarita, en los que los empleados llegan a formar una suerte de familia, permiten que se den situaciones que antaño eran frecuentes pero que hoy son casi una excepcionales: jubilarse en el primer puesto de trabajo. Es lo que experimentará en aproximadamente un mes Chelo Obilleiro, trabajadora de la tienda de artículos del hogar tras medio siglo entregada a una profesión a la que llegó casi por casualidad. “Tenía 15 años cuando empecé; me enteré de que necesitaban personal y vine. Tuve suerte y hasta hoy”, cuenta. El suyo no es el primer caso en la empresa. “He tenido compañeros que se jubilaron después de 60 años trabajando aquí”, añade. Todos ellos son de esos pocos afortunados a los que la temporalidad no llegó a tocar su trayectoria laboral y que pueden hablar de haber tenido “un trabajo para toda la vida”.

Chelo Obilleiro coloca género en Almacenes Clarita. GUSTAVO SANTOS

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