Los comercios del centro de Pontevedra amanecieron ayer con un mensaje clave en sus escaparates: el del inicio de las rebajas de invierno, si bien ya no son las de antaño, con colas y avalanchas en las primeras horas. Muchos locales ofrecen descuentos desde hace días y los clientes ya no se arremolinan ante las gangas. Aún así se trata de un momento tradicionalmente importante para los comerciantes locales, conscientes de que es una oportunidad para atraer nuevas compras tras las devoluciones de los regalos de Navidad.
Sin embargo, la sombra de más restricciones y, sobre todo, la cuesta de enero, se cierne sobre las expectativas de los dueños del pequeño y mediano comercio pontevedrés, que afrontan el periodo con cierta cautela.
“No nos atrevemos a hacer ninguna previsión a estas alturas, porque nunca se sabe” comenta Tania, de la tienda de zapatillas urbanas Foot on Mars, que todavía sigue inmersa en terminar con las ventas navideñas. “Lo que más estamos notando son las devoluciones de Navidad, pero con respecto al año pasado apenas percibimos nada significativo”, afirma.
“En un principio, dependemos un poco de la pandemia. Se movió mucho producto antes de la sexta ola y luego dio un parón"
“De momento, cautela, es lo que hay”, reconoce Silvia Villaverde, encargada de Naty, un comercio de confecciones y ropa para señora “En un principio, dependemos un poco de la pandemia. Se movió mucho producto antes de la sexta ola y luego dio un parón. La Navidad fue mejor, pero estamos pendientes de las olas que van viniendo y de la cuesta de enero”, señala con respecto al coronavirus. “
No estamos comprando más mercancía, dependiendo de las ventas vamos a ir controlando un poco si vamos más allá o nos quedamos como estamos, porque las rebajas son un periodo muy diferente con la pandemia”, dice Villaverde.
En otro sector muy próximo al de la ropa de mujer, como es la joyería también utilizan las fiestas como vara de medir de futuras ventas, sin ceñirse a una previsión de venta muy definida para este tiempo de rebajas. “Para nosotros, fue una Navidad atípica”, afirma Laura Fernández, que se encuentra dirigiendo la joyería Aresso en plena Praza da Peregrina.
“Al final hemos notado el mismo número de clientes que en otras ocasiones, pero en el cómputo general, el ticket de compra ha visto un ligero bajón”, admite.
Otros comerciantes, como Lara Calviño, que regenta la tienda de ropa infantil Magic of London en la Rúa Castelao, tiene bastantes esperanzas puestas en esta campaña, sobre todo al tener en cuenta lo bien que se dio, en su caso, la época navideña. “La campaña de Navidad fue muy buena y las rebajas siempre lo son, aunque hay que acomodarse un poco a los grandes, porque la gente va ahí y al final pasa por aquí y si ve el cartel, entra”, recalca Calviño, que reconoce también que si fuera por comercios de la talla del suyo, “probablemente haríamos las rebajas más tarde”.
De todos modos, la cautela que transmiten los comerciantes es un sentimiento que sigue imperando a nivel general. Así lo ve José María Corujo, presidente de Aempe, la Asociación de Empresarios de Pontevedra. “Existen demasiados factores que no se pueden controlar, además de la incertidumbre que hay en cuanto a los recursos” , reconoce, al mismo tiempo que hace su recomendación para estas fechas tan importantes en su sector.
“Espero que los clientes puedan dejar poco a poco a un lado este tiempo de alarma y de prevención y decidan acercarse al comercio local”, comenta.
“Puede ser la mejor campaña en años”
José María Corujo, presidente de Aempe (Asociación de Empresarios de Pontevedra), es optimista en su previsión de cómo transcurrirá la campaña. “A pesar del hándicap que supone el COVID, espero que sean unas buenas rebajas; la mejor campaña en algunos años, especialmente desde el inicio de la pandemia”, reseña. ”Podría haber un retraimiento a causa del coronavirus, aunque debemos no entrar en paranoia”, valora Corujo, que también indica las posibles dificultades que genera la temida cuesta de enero. “Quizás puede influir en algo, sobre todo por la falta de control macroeconómico en ciertos servicios”, recalca, haciendo mención de nuevo a la subida de precios que hay en los recursos básicos, como la luz y el gas, además de la acuciante inflación. A su vez, Adrián García, directivo de Zona Monumental y propietario de Almacenes Clarita Hogar, señala que hay cierta esperanza en que estas rebajas “puede que sean las mejores en algún tiempo”, pero mantiene su cautela “hasta el final de la campaña, que esperemos que sea buena”. García admite que la pandemia, mezclada con la cuesta de enero, genera cierta inquietud en los comerciantes de su entorno. “Hay incertidumbre en mayor medida por la pandemia, pero la cuesta de enero no ayuda.”
