Policía Nacional y Local de Pontevedra colaboraron el pasado fin de semana para desalojar un “botellón” que se celebraba en el recinto ferial de la ciudad y que reunía a una gran cantidad de jóvenes, en muchos casos sin mantener la distancia social y sin hacer uso de la mascarilla que desde hace unos días no es obligatoria en la calle pero sí cuando no se puede mantener al menos un metro y medio de distancia con otras personas. Los participantes en el “botellón” fueron dispersados por ambos cuerpos policiales.
Preguntada sobre esta cuestión, ante el malestar existente en la ciudad por el incremento de casos de COVID en los últimos días, la portavoz del Gobierno local, Anabel Gulías, explicó ayer que se trata de “hechos aislados” y que en todo caso durante todo el fin de semana se ejerció “presión policial”, precisamente para evitar las concentraciones de personas en la vía pública, como fue el caso de este “botellón”.
En todo caso este desalojo del recinto ferial se realizó “sin incidentes”, explicó la portavoz del Gobierno municipal. “Se controló desde el minuto uno”, afirmó la concejala.
El Gobierno local de Pontevedra hizo un llamamiento a la responsabilidad de toda la ciudadanía para que no se produzca un revés en la situación sanitaria. Un revés que, como recordó Gulías, además de perjudicar a toda la ciudadanía pondría en riesgo la recuperación de muchos sectores económicos.
