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María José Rial nMercedes Rial | Auxiliar de enfermería | Auxiliar de enfermería

Los trabajadores de Santa María denuncian el trato a los pacientes por parte del Sergas

La plantilla no entiende la prisa de la Consellería y constatan que los enfermos no querían irse | Ayer se concentraron por un ERTE que creen podría haberse evitado

Trabajadores de Hestia Santa María se manifestaron ayer a las puertas del edificio de la Xunta en Campolongo. | // RAFA VÁZQUEZ

“Sabemos que tenemos que cambiar de ubicación, pero queríamos mantenerlo abierto hasta entonces para que los pacientes se trasladaran tranquilamente. Ayer se fueron un montón de pacientes sin desayunar, las familias no sabían a dónde los mandaban y otras se enteraban del traslado durante una visita. Está todo muy mal hecho”. Así resume María José Rial, auxiliar de enfermería del centro sociosanitario Hestia Santa María la situación de los pacientes. “Son pacientes que solo al cambiarlos de planta ya se desorientan, así que imagina cambiarlos a otro centro de esta forma”, añade indignada con la gestión en una concentración realizada por los trabajadores en la mañana de ayer frente al edificio de la Xunta en Campolongo.

“Yo no me quiero ir para Santiago, me quiero quedar aquí”, les decían ayer a las trabajadoras los últimos pacientes pendientes de traslado. “No querían irse, estaban disconformes. Estaban muy contentos aquí, bien cuidados y podíamos esperar un año más. La pandemia la pasamos solos. Nadie nos ayudó y aun así no hubo contagios. Creo que nos merecíamos otro trato, solo por respeto a los pacientes más que a los trabajadores”, añadía esta trabajadora.

En esta línea, Mercedes Rial Fernández, también auxiliar y delegada sindical por Comisiones Obreras explicaba que “los pacientes están listos para el traslado, pero nadie nos dice nada. Son personas que llevan con nosotros muchísimo tiempo y no se quieren ir, están trastocados, porque además es todo de repente”.

El ambiente en estas últimas horas es, dice, “deprimente”. “Con alrededor de una docena de enfermos y el resto de las habitaciones vacías. No sabemos qué va a pasar porque la Consellería tampoco dijo cómo va a cerrar el centro y mientras haya enfermos tenemos que seguir trabajando, claro”, explica Rial Fernández.

Mientras tanto, los trabajadores, más de una treintena, afrontan un ERTE que aún está en periodo de consulta y por el cual cobrarán el 70% de su sueldo durante los primeros seis meses y el 50% a partir de este plazo. Una situación que , creen, se podría haber evitado. Por ello alrededor de una treintena de trabajadores se manifestaron ayer al grito de “Xunta escoita Santa María en loita”. Unas protestas que planean repetir a diario hasta que haya una reunión con las administraciones.

“Estaremos en ERTE mientras no se haga el hospital de Vigo. Lo que pedíamos era seguir trabajando en Santa María mientras la obra y luego hacer el cambio. Fue todo muy rápido”, explica. Y es que la plantilla contaba con que el cierre se produciría una vez finalizada la construcción de dos plantas más en el sanatorio San José de Vigo, comprado hace unos meses por Hestia.

Reinciden en que el problema es estructural y no asistencial y no entienden que, si la situación es la misma desde hace 20 años, no se pueda esperar unos meses más. “A nivel asistencial no hay quejas, el tipo de pacientes que tenemos muchos de ellos son encamados que no precisan un baño. Además recuerdan que las habitaciones que no tienen baño suelen ser las de personas totalmente dependientes.

El centro cierra hoy sus puertas definitivamente

Desde el Servizo de Saúde Galego se niegan a confirmar el número de pacientes que han recibido el alta así como los desplazados a cada destino, algo que desde Santa María tampoco pueden confirmar. El centro de contaba con unos 58 enfermos antes del cierre y según la gerencia, ayer a mediodía aún quedaba alrededor de una docena, esperando finalizar hoy los desplazamientos y cerrar definitivamente. Sin embargo, aún a día de ayer, el gerente del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, José Ramón Gómez Fernández, se seguía refiriendo a Santa María como “el centro que cierra en el día de hoy”. “Santa María es un centro que venía prestando un servicio al área sanitaria de Pontevedra y O Salnés a aquellos pacientes ya no tributarios de un ingreso en hospital de agudos, pero que necesitaban un periodo de tiempo de convalecencia y cuidados previos al alta al domicilio o a una residencia sociosanitaria”, señala sobre su funcionamiento.

Al cerrar el centro, llevamos trabajando ya semanas en la colocación de los 10 pacientes que el área tenía en el centro”, ya que también había pacientes de Vigo o A Coruña. “De esos diez, cinco ya están en domicilio o residencias sociosanitarias, pero quedaban otros cinco que todavía precisaban un tiempo añadido antes de poder ubicarlos bien en residencia o bien en domicilio. Uno de ellos es un paciente que ingresó en Montecelo hace unas semanas por un traumatismo y estamos valorando, como le quedan muy pocos días de convalecencia, ingresarlo en Montecelo y al cabo de los tres o cuatro días darlo de alta. Los otros cuatros ya están ubicados en La Robleda de Santiago para pasar posteriormente a domicilio o residencia sociosanitaria”, señala Gómez González sobre los pacientes de Pontevedra.

Buena parte de los pacientes se han trasladado a este centro de Santiago no contaba con esta situación y tuvo que abrir un ala y acondicionarla con mobiliario de Pontevedra. Dado el volumen de pacientes la empresa está trabajando la posibilidad de que varios de los trabajadores de Pontevedra se deriven a Santiago, aunque serán pocos “dado que es una distancia considerable”. Por último, desde Hestia aclaran que los puestos de trabajo se mantendrán pese al ERTE ya que el Sergas habría garantizado continuidad asistencial una vez esté finalizado el centro de Vigo.

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