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La odisea de recargar un coche eléctrico en la ciudad de la movilidad sostenible

Solo hay enchufes en el párking Central y en el de la plaza de España y recientemente se instalaron en los de Carrefour de Salcedo y Mercadona de Juan Bautista Andrade | Solo una gasolinera ofrece el servicio, pero en Poio

Un usuario recargando su coche en la gasolinera de Poio, la única con enchufes en el entorno de Pontevedra. | // GUSTAVO SANTOS

Coches eléctricos, híbridos y, aunque todavía menos habituales, los propulsados por pila de combustible de hidrógeno son el futuro y cada vez más el presente de la movilidad sostenible. No emiten gases contaminantes, el coste por kilómetro y el de mantenimiento son menores y apenas generan ruido y vibraciones por la ausencia de un motor de combustión, con lo que ofrecen una conducción más tranquila, pero su recarga es toda una odisea en Pontevedra, sin apenas puntos donde poder enchufarlos, algo que llama especialmente la atención en una ciudad reconocida internacionalmente como un ejemplo de movilidad sostenible.

A pesar del crecimiento de este mercado de los híbridos y eléctricos, en toda la comarca solo hay una gasolinera que ofrece este servicio. Está en Poio, en la avenida Encoirados, y cuenta con un cargador de 50 kw, semirrápido. Esto quiere decir que en una media de 20-25 minutos los coches alcanzan un 80% de carga, dependiendo de la potencia y del estado de la batería del mismo. En este caso la recarga tiene un coste de 0,45 céntimos por kilowatio y la mayoría de los clientes que acuden son habituales y residentes en la zona, aunque en verano creen que con la llegada de turistas este perfil podría cambiar considerablemente.

Próximamente otra estación de servicio, la de Anduriña, en Sanxenxo, se unirá a la red de puntos de recarga. Los puestos ya están instalados y confían en que estén operativos este verano.

En la ciudad de Pontevedra hasta hace muy poco solo había puntos de recarga en el párking de Carrefour en Salcedo, donde se instalaron en junio de 2020, y en el Parking Central, ubicado junto a la sede de la Audiencia Provincial. En este último caso, que cuenta con tres plazas de carga lenta, el servicio es gratuito, pero los usuarios tendrán que abonar la tarifa de estacionamiento según el tiempo que permanezcan en el aparcamiento.

Recientemente se han sumado a la carga de vehículos híbridos el supermercado Mercadona de la calle Juan Bautista Andrade y el párking de la plaza de España, donde cuentan con seis plazas y se paga por kilowatio a través de la app Telpark; en el párking del Mercado de Abastos, aunque están instalados los enchufes, no están operativos.

La gente se interesa cada vez más por este tipo de coches. Además de reducirse la contaminación, son silenciosos y el gasto por kilómetro es menor, pero no hay casi aparcamientos preparados para las recargas y eso hace dudar a los clientes

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En definitiva, una oferta que no cubre la creciente demanda y que, además, influye directamente en la decisión de los consumidores a la hora de adquirir un vehículo eléctrico o híbrido. Así lo aprecian desde los concesionarios de Pontevedra. En cinco de ellos, situados todos en la carretera N-550 que une Pontevedra y Vigo, hay estaciones de carga de coches eléctricos disponibles para los clientes. El coordinador de ventas de Renault Ibericar Gestoso, Luis Samaniego, apunta que el mercado de los híbridos enchufables ha crecido en torno a un 25% en el último año y que los coches totalmente eléctricos han pasado de ser el 0,2% del total a ser el 2%.

“La gente se interesa cada vez más por este tipo de coches. Además de reducirse la contaminación, son silenciosos y el gasto por kilómetro es menor, pero no hay casi aparcamientos preparados para las recargas y eso hace dudar a los clientes”, comenta. En este sentido, destaca que “quienes se compran un vehículo híbrido o eléctrico se montan su propio cargador en casa. La gente se queja de que faltan infraestructuras de este tipo en la ciudad”.

En la misma línea se expresó Aitor Díaz, jefe de ventas de Roipesa Nissan. “El 90% de los que se compran un coche eléctrico o híbrido lo carga en casa”, corrobora. “Los clientes echan en falta sitios para recargar el coche en Pontevedra. Creo que los concellos deberían proporcionar puntos de recarga pensando sobre todo en la gente de fuera, en los turistas que vienen a pasar unos días a la ciudad, porque son los vehículos del futuro y todos estamos cada vez más concienciados con el medio ambiente y la reducción de emisiones”.

El proveedor de servicios de movilidad eléctrica Electromaps ayuda desde 2009 a los conductores a encontrar los puntos de recarga disponibles, tanto los gratuitos como los de pago, en toda España.

El 90% de los que se compran un coche eléctrico o híbrido lo carga en casa. Los clientes echan en falta sitios para recargar el coche en Pontevedra

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La autonomía de este tipo de vehículos ha ido subiendo paulatinamente en los últimos años, pero todavía queda mucho que avanzar y, al igual que sucede con un coche con motor de combustión, depende mucho de la forma de conducir, de la velocidad media y de la capacidad de carga del propio automóvil. Esto obliga a los usuarios a planificar minuciosamente sus rutas para asegurarse de que no se quedan sin batería en el momento menos oportuno.

Es por eso que la aplicación de Electromaps la utilizan el 95% de los propietarios de vehículos eléctricos y es a través de ella donde encuentran, por ejemplo, cargadores de emergencia como el que ofrece Francisco Silva en su propio domicilio en O Pazo o los que algunas empresas privadas ponen a disposición de sus clientes.

Algo así sucede en el restaurante Casa Solla, en Poio, donde cuentan con un cargador para coches eléctricos que sus clientes pueden utilizar mientras comen o cenan en su salón. “No lo usa mucha gente, aproximadamente uno de cada 50 clientes, pero para quienes tienen vehículo eléctrico es una ayuda”, señalan desde el establecimiento.

Precisamente en Casa Solla tienen un coche híbrido y sufrieron la escasez de puntos de recarga en algunos de sus viajes por carretera, lo que les animó a poner el suyo particular también a disposición de sus clientes de forma totalmente gratuita.

A consecuencia de la reciente aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Gobierno exigiría a todas las gasolineras la instalación de puntos de carga rápida de 50 kW para coches eléctricos en un plazo de seis meses desde el momento de su entrada en vigor (aún pendiente de aprobación). De confirmarse esto, se facilitaría considerablemente la recarga de estos vehículos en la mayoría de las carreteras del Estado y supondría un empuje para el mercado.

Otro de los estímulos para fomentar la adquisición de estos vehículos eficientes son las ayudas y subvenciones públicas, como las que ofrece la Xunta a través del Plan Moves Galicia y de las que pueden ser beneficiarios compradores particulares y autónomos, así como pymes y grandes empresas. La cuantía de las ayudas dependerá de la figura que solicite la financiación y también del vehículo a adquirir. Entregando un coche usado, y según el concesionario, las ayudas pueden llegar a alcanzar los 9.000 euros.

La odisea de recargar un coche eléctrico en la ciudad de la movilidad sostenible

El cargador privado de Francisco Silva, disponible para urgencias

Desde que se tuvo que buscar la vida en Málaga, llegándose a desplazar hasta Granada para recargar su coche, Francisco Vidal decidió ayudar a quienes se encontrasen en su misma situación en Pontevedra ofreciendo su cargador privado para emergencias.

Lo hace de forma gratuita, con el único requisito de que le avisen por teléfono una hora antes para estar en su casa. “Quienes contactan conmigo lo hacen por necesidad, porque se van a quedar tirados, y a mí no me importa dejarles el enchufe, sé lo que supone verse en esa situación”, explica.

En cuanto a la demanda, este pontevedrés comenta que “últimamente no me ha llamado mucha gente, pero el año pasado sí que vinieron bastante a recargar porque en Pontevedra están el Parking Central y desde hace poco Carrefour y ya, y no llega a nada”, apunta.

En aproximadamente una hora y media, dos como mucho, los coches quedan listos para poder tener una autonomía de entre 40 y 50 kilómetros más, lo suficiente para poder retomar la marcha.

Francisco Vidal, que ha registrado su domicilio en la aplicación Electromaps, se muestra crítico con que no haya una red de recarga pública en Pontevedra ante el predecible aumento de estos vehículos en la ciudad.

El restaurante Casa Solla ofrece a sus clientes un cargador para sus coches. Gustavo Santos

Un sector aún minoritario pero al alza en la ciudad: 83 vehículos con baterías, el doble que hace un año

El uso de los coches eléctricos en la ciudad de Pontevedra aún es muy minoritario, pero se constata que cada vez tiene más adeptos. Según el último censo provisional de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre el parque de vehículos en el municipio, correspondiente a abril de 2021, apenas 83 están catalogados como exclusivamente alimentados mediante baterías. No obstante, esta cifra es prácticamente el doble de la que este mismo departamento del Ministerio del Interior controlaba doce meses atrás, en abril de 2020, cuando ese censo incluía un total de 44 vehículos eléctricos.

Este mismo balance indica que son los turismos los que suman buena parte de este modelo de energía, con 42 automóviles de este tipo, generalmente de uso privado o para taxis, frente a los 27 de hace un año. Sin embargo, donde se observa un mayor avance en este periodo es en el sector de las furgonetas, ya que desde abril del pasado año hasta ahora se ha pasado de una única eléctrica a las 16 actuales. De hecho, en este tipo de coches, las furgonetas con baterías suponen el 0,5% del total, el porcentaje más alto entre cada modalidad de vehículos, ya que entre los turismos no llega al 0,1% y apenas ronda el 0,3% en motos y ciclomotores.

En el caso de los camiones, la energía eléctrica es nula. Solo un testimonial camión de menos de 3.500 kilos está catalogado como eléctrico, la misma unidad que hace un año. Entre los ciclomotores, hay 8 (cinco más que doce meses atrás) y la DGT contabiliza 13 motocicletas, frente a las 10 de abril de 2020. En el apartado de “otros vehículos”, se suman tres eléctricos.

Pese a este aún escaso parque de vehículos eléctricos, este tipo de propulsión ya es el dominante entre los carburantes alternativos. Tráfico solo contabiliza 70 coches en el municipio movidos por Gas Licuado del Petróleo (GLP), la mayor parte de ellos turismos (61), y el gas natural se utiliza solo en tres casos. La DGT incluye una categoría de “otros carburantes” con dos vehículos y 52 más “sin especificar”.

En todo caso, el diesel, un combustible que han abandonado ya muchos fabricantes de automóviles en sus motores, aún es el dominante en la ciudad, con 33.348 vehículos que lo usan (algo menos del 57% del total), mientras que con gasolina circulan 25.204 coches, casi el 43%.

El parque total que tiene registrado la DGT en Pontevedra es de 59.373 vehículos, si bien 611 de ellos son remolques o semirremolques, por lo que la cifra real es de 58.762, es decir, un coche por cada 1,4 habitantes.

La matriculación, estancada

La pandemia del COVID, junto con otras causas como el aumento de las tasas en la matriculación, han golpeado de manera especial a los concesionarios cuando comenzaban a recuperarse de la crisis económica de la década anterior. Así se pone de manifiesto con las constantes advertencias del sector y que se ratifica con los datos oficiales de matriculación.

Según el Instituto Galego de Estatística (IGE), que utiliza los balances de la DGT, en los cuatro primeros meses del año en Pontevedra se han matriculado 333 vehículos, lo que supone una media mensual de apenas 83. Es la cifra más baja desde 2013, cuando tan solo se vendieron 74 coches cada mes. Aquel año fue el peor de la serie histórica hasta ahora, muy lejos de los 235 coches mensuales de 2005, pero desde entonces comenzó una recuperación que se truncó de golpe en 2020 y que aún no se logra en 2021.

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