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“No cuesta nada... y a cambio lo das todo: regalas vida”

Donantes de órganos, sangre y médula invitan a sumarse a estos gestos solidarios | Crecen en número y baja su edad media

Parte del grupo de voluntarios del Camino Solidario 700, que arranca el próximo día 24 y propone peregrinar de modo individual. | // RAFA VÁZQUEZ

Un solo gesto solidario ha cambiado la vida de muchos pacientes. Lo recuerda la Asociación Frangil contra la leucemia, una de las organizaciones que se felicita tanto porque el número de donaciones de médula continúe aumentando en general como por la importante renovación de la base de donantes.

Pontevedra es un buen ejemplo de ese impulso, como recuerdan los voluntarios del Camino Solidario 700. Se trata de la misma ruta por la que cada año se desarrolla la Marcha Solidaria “700 camisetas contra la leucemia”, 36 kilómetros por distintos concellos hasta Pontevedra, conectando varios tramos del Camino Portugués.

La propuesta es que cada particular, grupos de amigos o familias realice de modo individual el Camino, “y la señalización en el suelo hará entender que se están dando pasos correctos con la leucemia”, indica David Gil, presidente de la Asociación Frangil. En la Boa Vila “habrá señalización desde la entrada hasta la laza de A Peregrina, si bien estamos pendientes de la autorización el Concello”, indica.

A partir del próximo día 24 podrá accederse a la página web 700camisetascontralaleucemia.org y descargar una cartilla “a modo de Compostela que se podrá sellar en distintos puntos”, indican desde la Asociación Frangil.

Ésta recuerda que el formato del Camino 700 brinda la posibilidad de completarlo en un día o prolongarlo en etapas. Hay opciones para “hacerlo con los peques o con personas con un nivel de condición física más bajo... corriendo, caminando o en vehículos adaptados. Es la oportunidad para aportar un granito de arena a la sociedad”.

En Pontevedra contará con un equipo de voluntarios que también colabora en la Marcha Solidaria y que invitan a inscribirse “con una cuota de inscripción mínima” para seguir avanzando con proyectos de investigación y cubrir los gastos de funcionamiento.

Camino Solidario 700, añaden, “es nuestro legado a la sociedad con un compromiso hacia las personas que luchan contra una leucemia o contra cualquier enfermedad hematológica. El que lo ha hecho sabe de lo que hablamos... un regalo de vida”.

"Me llamaron una vez desde Estados Unidos, hice todas las pruebas pero finalmente no se llevó a término”, explica Ana Isabel Pérez

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Ana Isabel Pérez, delegada en Pontevedra de Camino Solidario 700. tuvo oportunidad de hacer ese regalo único en noviembre de 2014. Tras haber entrado en el registro de donantes de médula ósea, se pusieron en contacto con ella para iniciar el protocolo del trasplante, que busca curar determinadas enfermedades de la sangre como la leucemia, sustituyendo células dañadas por otras sanas. Explica que “me llamaron una vez desde Estados Unidos, hice todas las pruebas pero finalmente no se llevó a término”.

Ana Isabel Pérez, delegada en Pontevedra de Camino Solidaria 700/ Rafa Vázquez

Prefirió quedarse con la duda de qué habría sido del paciente y pensar “que encontraron un donante más compatible”, señala esta pontevedresa que se hizo donante de médula, sangre y órganos “desde hace años” y que se pregunta “por qué no ayudar si podemos hacerlo. No cuesta nada... y a cambio lo das todo: la vida”.

Es una de las colaboradoras que se felicita porque los donantes sean cada vez más jóvenes. Es el caso de Nerea Queirós, que donó por primera vez “el mismo día que cumplí 18 años”.

Nerea Queirós se hizo donante el día que cumplió los 18 años y varios de los jóvenes voluntarios aseguran que seguirán su ejemplo

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A Brais le faltan unos meses para llegar a la mayoría de edad y, al igual que Nerea, piensa hacerse donante en cuanto pueda. Cuando su madre le pregunta por qué, responde: “Porque quiero donar vida”.

Nerea Queirós se hizo donante el día que cumplió los 18 años/ Rafa Vázquez

Colaboran con Camino Solidario 700 una decena de jovencísimos voluntarios, alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato que prueban que “cada vez somos más conscientes desde una temprana edad de la importancia de donar”, recuerda Ana Isabel Pérez.

Este rejuvenecimiento de la base de donantes es clave, ya que solo pueden incorporarse a los registros personas de entre 18 y 40 años. “Los jóvenes cada vez son más solidarios”, añade la delegada de Camino Solidario 700, “les preguntas y la respuesta es casi siempre la misma: ¿Y por qué no ayudar si podemos?

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