El departamento de Servicios Sociales de Poio, ante el impacto de la pandemia, impulsa diferentes prestaciones, para ayudar a aquellos vecinos que más sufrieron las consecuencias de esta crisis sanitaria y económica sin precedentes. La concejala responsable de este área, la socialista Rosa Fernández, explica que durante el pasado año se auxiliaron a más de 400 familias en este ámbito, a través de diferentes servicios.

Así, por ejemplo, desde el Fondo de Emergencia Social se prestó ayuda a un total de 363 familias, con una inversión que superó los 65.000 euros anuales. Esta cuantía es el doble del que figuraba inicialmente en el Presupuesto correspondiente al pasado ejercicio (32.000 euros). Fernández González recuerda que “la pandemia dejó a mucha gente en una situación económica muy precaria, de ahí que apostáramos por ir aumentando el fondo de manera periódica”.

A través de esta iniciativa, se sufragaron costes de primera necesidad para vecinos que no disponen de recursos para hacer frente a compras de productos de primera necesidad, alimentos, facturas de consumo eléctrico o alquileres, recuerda la concejala.

Otro servicio imprescindible para la ciudadanía es el de ayuda en el hogar ( SAF), del cual se benefician más de medio centenar de familias en Poio. Hace falta recordar que la inversión para poder desarrollar esta prestación supera los 400.000 euros. El Concello aporta más de 83.000 de las arcas municipales, que se suman a la subvención de 323.000 euros dada por la Xunta. Además, el departamento poiense también invirtió cerca de 4.000 euros en otro tipo de recursos, también para las familias más necesitadas. “Desde Servicios Sociales continuaremos trabajando para que ningún vecino que acredite encontrarse en una situación de riesgo económico o exclusión que los deje desamparados”, destaca Rosa Fernández. También recuerda que desde la Casa Rosa se desarrollan otras iniciativas pensadas para servir a la ciudadanía.

Así, por ejemplo, se está asesorando a 200 familias en la revisión de las pensiones no contributivas. A todo esto hay que añadir otros programas que la Concejalía de Bienestar Social impulsa para colectivos específicos, como es el caso del Saudemente, para personas mayores.

A causa de la pandemia, este programa tuvo que adaptarse a las circunstancias, pasando a entregar vivienda por vivienda ejercicios y fichas para que las personas inscritas pudieran seguir ejercitando la memoria en sus casas. También continúa en marcha el programa “Hasta máis ver”, a través del cual se establece contacto telefónico periódico con personas mayores que viven solas. Además, Servicios Sociales se implica, en coordinación con la Concejalía de Seguridad Ciudadana, en actuaciones activadas durante la pandemia, como la entrega a domicilio de medicamentos o alimentos, así como recogida de basura, trabajos en los que es indispensable la implicación de los voluntarios de Protección Civil y de la Policía Local. De cara a 2021, hace falta recordar que la inversión destinada a Servicios Sociales superará el 1,2 millones tal y como figura en el Presupuesto municipal aprobado inicialmente en enero. Uno de los apartados en los que se experimenta un fuerte incremento es en el Fondo de Emergencia, que pasa a 50.000 euros. “Al igual con el año pasado, esta partida se aumentará en caso de que sea preciso”, concluye Rosa Fernández.