El BNG presentó ayer las enmiendas a los presupuestos generales del Estado para 2021 por un importe de 1.450.000 euros y que responden a demandas históricas tanto del grupo nacionalista como del Concello y de los vecinos de Poio.

El responsable comarcal del BNG, Demetrio Gómez, destacó la importancia de la rebaja de la AP-9, gracias al acuerdo del PSOE con el BNG en la investidura, pero recalcó que en conjunto la propuesta de presupuestos “no es buena, no es útil para el país. Parece que Galicia no le interesa al PSOE ni a Podemos”, reclacó. “Tenemos ánimo de negociar y llegar a acuerdos, pero no avalaremos unos presupuestos que discriminan a nuestro país”.

Recordó el responsable nacionalista que mientras los presupuestos para 2021 son los más expansivos de la historia, con una subida de la inversión territorializada de más del 45%, en Galicia baja un 11 con respecto de los actuales en vigor, realizados por Montero y Rajoy, que ya de por sí eran muy malos”.

Citó también la necesidad de mejorar la red ferroviaria de Galicia y recordó que “nuestro país no se puede acoger a los 1.500 millones de euros que los presupuestos reservan para el tren de cercanías, simplemente porque en Galicia no tenemos tren de cercanías, a pesar de que se trata de una demanda histórica del BNG”.

Por su parte, la responsable local del BNG en Poio, Marga Caldas, y el alcalde de Poio, Luciano Sobral, hicieron una relación de las enmiendas presentadas y que son recurrentes, ya que se trata de demandas históricas que hasta ahora “no fueron atendidas por el gobierno del Estado”.

Señalaron en primer lugar, con una inversión de un millón de euros, la recuperación patrimonial y medioambiental de la Illa de Tambo, su transferencia al Concello de Poio y su inclusión en las Illas Atlánticas. Se trata de una demanda que el BNG llevó como enmienda a todos los presupuestos del Estado mientras tuvo representación.

En segundo lugar, con 250.000 euros, está la protección sonora de la AP-9, que permitiría amortiguar el fuerte ruido que padecen los vecinos de A Barca. El alcalde, Luciano Sobral, recordó que el persistente ruido se produce “todas las horas del día y todos los días del año”, y que el gobierno local lleva años reivindicando, mano a mano con la asociación de veciños de A Barca, la construcción de esta pantalla protectora, que redundaría muy favorablemente en la calidad de vida del vecindario.

Y, por último, el acondicionamiento y recuperación del dominio público marítimo-terrestre entre A Barca y Lourido, que permitiría conectar mediante una senda litoral A Seca con la ciudad de Pontevedra.

Sobral afirmó que es una actuación fácil de realizar y con un bajo coste económico que cifra en 200.000 euros, por lo que “su realización es solo cuestión de voluntad política”.