Ni todas las advertencias del mundo ni las prohibiciones establecidas por los gobiernos central ni autonómico parecen haber mella en determinadas personas, ajenas a que la Covid, en los grupos de riesgo, puede tener consecuencias fatales para la vida.

Las fiestas ilegales, en las que ni se respetan el número máximo de personas reunidas, ni las distancias de seguridad ni el uso de la mascarilla, siguen proliferando. La última en la comarca de Pontevedra, al menos de la que se haya tenido conocimiento, tuvo lugar en la parroquia sanxenxina de Noalla.

Eran las tres de la madrugada del domingo al lunes, primera del “toque de queda” establecido por el Gobierno central, cuando la Guardia Civil disolvió una fiesta de jóvenes en el aparcamiento de la casa forestal social “As Canteiras”, en Noalla.

En ese momento estaban participando en ella 22 personas de entre 18 y 26 años, que fueron denunciadas por los agentes por vulnerar la normativa sanitaria, ya que ninguno de ellos respetaba la distancia de seguridad ni llevaban mascarilla. Además, obviamente, incumplían el número máximo de cinco personas reunidas.

Sin incidentes en Pontevedra

Por el contrario, en el municipio de Pontevedra no se registró ningún incidente en la primera noche del “toque de queda”, al menos por parte de la Policía Local.

Tal y como informó ayer el Concello, en los últimos días solamente se detectaron tres infracciones por no usar la mascarilla obligatoria por la pandemia.

Asimismo, el gobierno local está a la espera de conocer las medidas que la Xunta adoptará en este nuevo estado de alarma decretado por el gobierno central.

Mientras, tanto la Policía Local como la Nacional y la Autonómica, continuarán velando en el municipio por el debido cumplimiento de la normativa.

Ayer mismo, se vieron más patrullas en puntos estratégicos como el entorno de los institutos.