A cuentagotas van llevando los peregrinos al Camino Portugués. Si bien en los primeros días del mes era extraño llegar a ver alguno, esta última semana los caminantes van llegando con más afluencia a la Boa Vila para marchar más tarde a Santiago. Aún así las cifras son escalofriantes y el albergue municipal, Virgen Peregrina, está muy lejos de llenar sus 22 plazas.
Celestino Lores, presidente de la Asociación Amigos do Camiño Portugués a Santiago, se alegra incluso al conocer que en la mañana de ayer llegaron unos ocho peregrinos al albergue: "Menos mal", exclama. Lores resume que la primera quincena de este mes fue muy baja, con pocos peregrinos y apunta que "parece que ahora va repuntando de cara a esta segunda quincena".
La tónica es la irregularidad, siendo indiferente si es fin de semana o no: "El viernes tuvimos tres peregrinos, el jueves siete... Es poco, pero por lo menos se empieza arrancar", señala.
Las largas colas que se formaban esperando a que el albergue abriera a las 13 horas han quedado muy lejos y la realidad es que ahora los peregrinos llegan incluso a deshora, desde las 15 horas hasta las 22, y siempre hay sitio. "Es increíble", resume Lores, "es cierto que el fuerte calor también afecta, pero la situación es complicada y esperamos que la semana que viene, de cara al 25 de julio, la actividad repunte".
En el albergue, el único oficial de la ciudad, los peregrinos aseguran sentirse seguros. En todo momento se respeta la distancia de seguridad, antes de entrar desinfectan los zapatos en el felpudo de la entrada, les miden la temperatura y supervisan el uso de gel y mascarilla. Además dan a los caminantes una bolsa grande en la que deben meter su mochila y otras pertenencias que deberán depositar en la litera superior y dormir siempre en la inferior.
Albergues privados
La situación no es mejor en el sector privado y en el entorno de O Gorgullón los empresarios están bajo mínimos. "Hay días en los que solo entra una persona", resumen desde el Albergue Aloxa que recibía ayer un grupo de 15 peregrinos, algo casi sorprendente en los últimos días. Unos metros más adelante, el hostal Dpaso esperaba ayer a acoger a sus primeros clientes mientras señalaba que en las dos últimas semanas del mes cuenta con varios días con aforo completo y de cara a agosto acumula más de 100 reservas.
En este sentido, desde Nacama Hostel, apuntan a que están habiendo muchas cancelaciones sin aviso previo, por lo que las previsiones no son fiables. Este negocio ha reducido su aforo al 50% y señala que llega incluso a cerrar el hostal cuando tiene un grupo de 8 personas para "curarse en salud y darles más seguridad".
Desde luego esta no era la afluencia que se esperaba de cara al próximo Año Xacobeo y es que los mismos peregrinos reconocen que se han planteado si hacer el Camino o no, ya no solo por la seguridad, sino por la esencia del mismo. Recuerdan que la magia del Camino es conocer a gente y convivir en los albergues y que de este modo se pierde cierto encanto. Aún así todos aseguran que se sienten seguros y tranquilos y apuntan a que es un modo de encontrarse a uno mismo y reflexionar.
