Javier Bascuas es diseñador gráfico, pero la realidad es que viajando por el mundo "solo encontraba trabajo de mecánico de bicis", explica. Pasaron los países y pensó "que me veo de viejo haciendo esto", cuenta en Basicletta, una tienda que no ha notado el boom del sector dado su altísimo nivel de especialización.

"La verdad es que desde febrero no cambió mucho la demanda", reconoce el propietario del taller, que se ha especializado en suspensiones, mantenimiento y ajustes de bicis de gama media y alta, equipos que recibe desde distintos puntos de la Península.

Se ha convertido en una refernecia estatal en suspensiones, un nicho de mercado en el que sobresalen unos pocos talleres. Se suma la gran afluencia "a nivel local" y el hecho de ser taller de referencia de una importante marca. Aunque no vende, constata el boom de la bici y confía en que "al menos algunos se engancharán, les gustará y acabarán usándola todos los días".