Agentes de viajes se concentraron esta mañana ante la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra para pedir al Gobierno central soluciones a la difícil situación por la que pasan a raíz de la pandemia del coronavirus, que las mantiene inactivas desde que se decretó el estado de alarma, a mediados del pasado mes de marzo. Son unas 600 a nivel gallego, de las que la mitad, 300, son de la provincia de Pontevedra, con un millar de trabajadores afectados.

Reclaman una normativa clara sobre la seguridad jurídica para sus clientes y en general relativa a las cancelaciones, la continuidad de los ERTE hasta que la actividad recupere niveles anteriores al estado de alarma y una política sobre reembolsos y bonos, entre otras cuestiones. Asimismo, consideran imprescindible establecer una tarifa plana reducida de 50 euros a los autónomos del sector como mínimo por un año y el acceso a la financiación por la vía ICO y las entidades bancarias.

Para los agentes de viajes, es necesario que se recupere la movilidad nacional entre comunidades autónomas y el restablecimiento de los transportes, así como que se certifiquen los destinos nacionales como destinos seguros.

“En estos momentos estamos defendiendo los derechos de los consumidores. Lo que no puede ser es que la parte más débil de la cadena, como somos las agencias de viajes, sean responsabilizadas de los actos de compañías multimillonarias que están facturando”, asegura Xavier Pombo, presidente de la Plataforma de Derechos de Agencias de Viajes, PDAV, convocante de la concentración, que tuvo lugar a nivel nacional en todas aquellas ciudades con representación institucional del Gobierno.

“No puede ser que cada entidad grande, como pueden ser las cadenas hoteleras, compañías aéreas, navieras… ponga sus propias normas. Las normas tienen que ser para todos, porque los que damos la cara y estamos delante de nuestros clientes somos nosotros. La Administración pública tiene que entender que nosotros, independientemente de que se abra la movilidad nacional, somos emisores de turismo y por ello tenemos que tener la garantía para poder vender nuestros turismos”, consideró durante la protesta en la Praza de España de Pontevedra, que contó con decenas de participantes del sector llegados de diferentes puntos de la provincia.

Recordó que las agencias de viaje “nunca hemos pedido nada al Gobierno”, pero que ahora se encuentran en una situación totalmente nueva. “Tenemos que ampliar los ERTES y somos alrededor de 18.000 autónomos en todo el país, con un total de 65.000 trabajadores”, subrayó.

“Nosotros lo que queremos es trabajar y, sobre todo, buscar soluciones dialogadas con los agentes sociales. No queremos hacer una guerra, esto es un círculo y tenemos que vivir todos”, resumió Pombo.

El principal problema con el que se están encontrando los clientes de las agencias de viajes es que no están recuperando su dinero invertido. “No tenemos claro cómo se van a hacer esas devoluciones; las compañías aéreas, por ejemplo, están cambiando sus políticas de cambio de fechas cada dos por tres”, se lamentó.

Esta crisis ha abocado a muchas agencias ya a cerrar, que han tenido que asumir por sí mismas los pagos a sus clientes, según el presidente de la plataforma.

Xavier Pombo incide en que, en general, “las agencias estamos funcionando bien”, pese al auge de la venta “on line” de viajes. “Precisamente 2020 estaba siendo un año muy bueno para nosotros. Somos unos supervivientes natos. Hemos sobrevivido a tempestades, terremotos, huelgas… y siempre estuvimos ahí”.

Una de las cuestiones que los agentes de viaje recalcan es el trato personalizado que ofrecen a los consumidores. “La diferencia es que cuando un cliente tiene un problema en su viaje, esto está disponible las 24 horas”, dice el portavoz señalando su teléfono móvil.