Ayer también declaró el guardia civil que se encargó de realizar el estudio de los móviles de los tres implicados en el triángulo amoroso que dio pie al crimen de Ponte Caldelas: el móvil del autor confeso, Marcos Vidal; el del fallecido, Manuel Muiños y el de su esposa, Sandra M. A.

Según explicó este guardia civil, la actividad que se registró en los telefónos desvela que tanto las llamadas como contactos por mensajería entre el acusado y la esposa de Manuel Muiños eran constantes. Se enviaban mensajes y se llamaban "todos los días y a todas horas" y a veces era él quien iniciaba la conversación pero otras veces ella. En su declaración, Sandra, no obstante, había dicho que ella le llamaba a él por que se lo exigía y le tenía miedo. El agente también confirmó que en los días previos a la muerte de Manuel, Sandra le pedía que cada mañana le diese un "ok" cuando salía de casa para trabajar. Ella explicó que era una medida de seguridad ante las amenazas que ambos recibían de Marcos.