Durante el último corte de luz vivido en el centro de la ciudad, numerosas tiendas y empresas volvieron a quedarse sin suministro eléctrico en plena hora punta. En esa ocasión el apagón duró algo más de media hora y motivo que muchos empresarios y comerciantes se vieron obligados a bajar las rejas de sus negocios, invitando a los clientes a salir a la calle ante la falta de visibilidad.

En otros comercios, los empleados tenían que ir a las puertas de los comercios para enseñar el género y muchas cafeterías no podían servir los desayunos porque la maquinaria no funciona. Otros se ayudaban de los teléfonos móviles para poder organizar el género en el mostrador.

También la actividad se vio paralizada en muchas oficinas bancarias, cuyos clientes no pudieron hacer innumerables gestiones al no funcionar los ordenadores y cajeros automáticos. Tampoco los terminales de cobro con tarjeta electrónica funcionaban en las tiendas.

En el centro de la ciudad la zona que se quedó a oscuras cuenta con 2.339 usuarios, según informó el propio departamento de comunicación de Naturgy, que cifraba el número de afectados en 1.500, los de un determinado tramo.