El mercadillo de antigüedades se mantendrá en la calle Sierra. Así lo decidieron ayer el Concello y los vendedores, que mantuvieron una reunión en la propia ubicación para acordar la distribución de los puestos de forma que no entorpezcan el acceso a la plaza de abastos.

Con este nuevo encuentro se da, en parte, carpetazo a un problema surgido el pasado domingo, cuando el gobierno local decidió, sin previo aviso, notificar a los feriantes que a partir del fin de semana siguiente ya no podrían vender en dicho emplazamiento. Tras una rectificación de la Concellería de Promoción Económica, que permitirá que continúe la actividad, solo hay una condición: la regularización.

"Hemos estado organizando cómo se va a desarrollar este domingo el mercadillo. La parte de la calle César Boente se va a quedar libre", explicó la concelleira Yoya Blanco tras la reunión.

"Continuará en la calle Sierra casi con seguridad porque es la mejor ubicación, para no volver loca a la gente que viene habitualmente a comprar aquí, ni tampoco a los propios vendedores", aseguró.

En este sentido, se refería a otros emplazamientos barajados con los feriantes, entre los que había cobrado fuerza la Praza da Pedreira. Finalmente, se mantendrá en la calle Sierra, para satisfacción de los vendedores y de los responsables de negocios cercanos, como bares o tiendas de ropa, que mostraron públicamente su apoyo a la permanencia.

Blanco insistió, en declaraciones a la prensa, en que es indispensable la regularización del mercadillo de antigüedades. Por ello, solo podrán ofertar sus artículos aquellos vendedores en posesión del carné oficial expedido en su momento a nivel municipal.

La otra cuestión importante es el tipo de objetos que se vendan. Queda expresamente prohibido exponer ropa o calzado, así como electrodomésticos y demás, como ocurría hasta ahora en muchas de las ediciones de la feria.

Sí se podrán vender antigüedades y productos "vintage", es decir, aquellos de décadas pasadas.

Para la concelleira socialista esta es una buena oportunidad para "potenciar" este mercadillo, así como "dinamizar" la calle Sierra.

"Al comenzar con esta regularización estamos viendo el número de metros que corresponderá por puesto. Cuantos más entren mejor", dijo.

Se colocarán siempre dejando libre tanto la calle César Boente como el frontal del Mercado.

Para dar fuerza al mercadillo, desde la Concellería de Promoción Económica se estudia incluso "darle una estética unificada". "Yo les he dado una idea que hay que desarrollar todavía, pero les ha parecido muy bien", avanzó.

Blanco agradeció la disposición al diálogo de los vendedores, que confesaron sentirse sorprendidos por la decisión de la concelleira de hace una semana.

Superado este bache, ambas partes reconocen que "hay que intentar solucionar los problemas".

"De lo que estamos tratando es de llegar a un consenso con el Concello y de que no haya ningún tipo de problemas ni de que generemos problemas a los demás", afirmó Alberto Martínez, uno de los portavoces de los vendedores.

Se refería, en este caso, a la puesta en marcha del "Gastroespazo" del Mercado, que supondrá la apertura también en domingo de la primera planta de la plaza de abastos. De hecho, ha sido el inicio de esta actividad el que, indirectamente, ha generado el conflicto, por la preocupación de la concelleira de que algunos puestos de antigüedades se colocasen ante la entrada del histórico edificio.

El próximo domingo la Policía Local revisará que todos los participantes en la feria dispongan de su acreditación y cumplan con las normas impuestas.

En anteriores ocasiones han sido los propios vendedores los que se han visto obligados a llamar a las autoridades para velar por el correcto funcionamiento de la actividad.

"Hay veces que ha pasado esto y que hemos tenido que ir a dar la cara unos cuantos. No se nos ha hecho caso y no podemos estar llamando constantemente a la Policía. Aquí hay más negocios y tenemos que ser respetuosos", reconoce Martínez.

"Esta ubicación nos gusta. Nosotros le vemos futuro y queremos que esto vaya hacia adelante. De lo que se trata es que vayamos de la mano, el Concello y nosotros", concluye.