Adela Granados cuenta que su padre siempre tuvo una tienda de especias y productos a granel, por eso "desde muy pequeña tuve conciencia sobre este modo de compra". Y por ello cuando su padre se jubiló se decidió a montar el Grano de Oro, en la calle Peregrina. Además es vegetariana, lo cual, según ella, le acercó a este tipo de productos.

A su tienda llega mucha gente pidiendo remedios naturales a través de infusiones para distintos dolores leves. Por ello Granados explica que hay que saber qué se recomienda y cuidar mucho del cliente. "No se puede recomendar cualquier cosa", advierte, dando prioridad a la calidad del producto y el bienestar del cliente. Aún así afirma que no lo sabe todo y que sus clientes le enseñan muchas cosas a ella también.