Miguel Anxo Fernández Lores está en disposición de alcanzar los 24 años como alcalde, hasta 2023. El candidato del BNG ha vuelto a ser el más votado en las elecciones municipales de ayer, con un total de 16.500 papeletas, lo que se traduce en once concejales, uno menos que en la actualidad. Pese a recortar el número de votos en tan solo 550 con respecto a 2015, la recuperación en apoyos por parte del PP y del PSOE, (que suman más de tres mil por encima de los de hace cuatro años), ha dejado un panorama municipal algo más igualado que en el anterior mandato, con el descalabro del Marea Pontevedra, que desaparece de la corporación. Por su parte, Ciudadanos resiste con un edil, si bien no es María Rey, sino el nuevo cabeza de lista de última hora, Gregorio Revenga.

La participación fue ligeramente superior a la de la anterior cita municipal, con un total de 41.803 votantes, lo que supone una abstención de apenas el 37,54%, cuando en 2015 llegó al 39,72. En cambio, descendió el número de votos en blanco (504 frente a 728 de mayo de 2015) y nulos (337 por 536). Esto se traduce en un mayor volumen de papeletas a los partidos políticos, un aumento que se centró en exclusiva en el PP y el PSOE. Ambos han crecido en número de apoyos y en concejales.

Porcentajes

El BNG, con solo 550 votos menos, pierde un concejal -no repite una de las ediles históricas, Anxos Riveiro- y suma algo menos del 40% del número total de papeletas, tres puntos menos que en 2015, cuando sumó el 43%. La diferencia no es excesiva, pero su traducción en actas sí penaliza a Lores, que se queda muy lejos de una mayoría absoluta que le daban les encuestas. Si cumple su anuncio de que estas serían sus últimas elecciones, el décimo tercer concejal se presenta como un reto ya muy difícil de conseguir para el BNG en venideros comicios, con nuevas caras al frente de la lista.

Por su parte, el PP parece mostrar signos de recuperación tras la "travesía del desierto" de anteriores citas con las urnas y su candidato Rafael Domínguez logra el respaldo de 12.440 electorales, 1.712 más que hace cuatro años. Son solo tres puntos porcentuales más (del 27 al 30%, a diez puntos del BNG) pero su reflejo en la corporación es notable, ya que suma nueve concejales. Domínguez vence de este modo a las encuestas, que nunca le otorgaron más de siete actas. La satisfacción de anoche en las filas populares eran notables, si bien los resultados de ayer no le permiten, ni por asomo, pensar en el bastón de mando, algo que, en realidad, nunca llegaron a creerse en su fuero interno. Lo que sí logró el PP y su "Rafaneta" fue aglutinar bajo sus siglas la mayor parte del voto de derechas y la "sangría" padecida en las elecciones generales del 28 de abril no se reprodujo este domingo. De hecho, Domínguez logró ayer 623 apoyos más que Pablo Casado. El candidato de Vox, José Manuel Torres Corredoira, se quedó en 1.023 votos, menos de la mitad de los caso tres mil de hace un mes, por lo que queda fuera de la corporación, mientras que Ciudadanos resiste con un único edil pero apenas llega a 2.142 papeletas, muy lejos de los casi 6.400 del 28-A. El nuevo cabeza de lista de C´s, Gregorio Revenga, pudo sumar un 5,17% de apoyos, muy cerca del 5,73% (2.268 papeletas) que logró hace cuatro años María Rey, que ahora quedó relegada al número dos de la lista y que queda fuera de la corporación tras cuatro como rostro visible, y casi único, de la formación naranja en Pontevedra.

Donde la recuperación también ha sido notable es en el PSOE, con 1.520 votos más que hace cuatro años, hasta sumar 5.797 papeletas, casi el 14% de todos los votantes. En 2015 se habían quedado en menos del 12%. Este aumento provoca que asciendan de tres a cuatro concejales y se conviertan en la única "llave" a la que se pueden aferrar los nacionalistas para aprobar asuntos clave en los plenos, desde los presupuestos hasta las ordenanzas fiscales. Agustín Fernández ha visto como las encuestas atinaban desde el primer día con sus resultados finales. La opción del pacto ya sobrevolaba ayer en las sedes de nacionalistas y socialistas, aunque todos admiten que "aún es pronto" para dar nada por cerrado.

La última de las 25 actas asignadas en las elecciones de ayer recayó en el PP y el BNG se quedó a 424 votos de lograr el edil número doce, según destaca el Ministerio del Interior en el balance del recuento oficial.

Estas mismas fuentes señalan que hubo más votos en blanco (504) o nulos (337) que a las dos últimas formaciones que acudían a estas urnas: Compromiso por Galicia de Andrés Núñez Rajoy (203 papeletas) y Acción Democrática Ciudadanos de Galicia de Roberto Quinteiro, que logró 105 apoyos. Curiosamente, esos 105 votos hubieran permitido a Ciudadanos de Revenga mantener el mismo nivel de respaldo que hace cuatro años.