La Cofradía de Raxó ha criticado la situación en la que se encuentran los puertos de Campelo, A Canteira, A Chousa y Raxó. Su presidente, Iago Tomé, denunció el "abandono" en la que se encuentran las instalaciones de los muelles de Poio y que se viene agravando desde que Portos no cuenta con jefe de sección en Pontevedra. Pide que mejoras como el dragado de un pantalán en A Chousa, estancias para las redes en Raxó y que se ajusten los precios de las de A Canteira, así como diferentes medidas de mantenimiento.

Desde la Cofradía consideran urgente que los puertos de Poio cuenten con un guardamulles especifico para la zona. El que presta los servicios actualmente en Campelo, A Canteira, A Chousa y Raxó, también es el responsable del puerto de Sanxenxo y San Vicente, en O Grove. "A lo mejor está en Campelo haciendo un trabajo y de repente se tiene que ir hasta O Grove por un vertido en su puerto, es un sin sentido", señalaba Tomé ayer.

El presidente de la cofradía de Raxó denuncia que la situación se agrava en tanto que otros muelles con menor actividad cuentan con guardamuelles propio. "O Grove tiene en su puerto uno solo para su embarcadero, pero el otro del municipio lo lleva alguien que ya es responsable de los de Poio, lo lógico sería que fuese por zonas y el O Grove se dedique a sus puertos al igual que el de Portonovo, que solo lleva su puerto y no el de Sanxenxo, la realidad es que con la situación actual hay un guardamuelles saturado y muchos otros puertos abandonados", afirmaba Tomé. Tanto la conselleira de Pesca, Rosa Quintana, como el presidente de Portos, José Juan Durán, "se comprometieron a buscar una solución", recuerda el presidente de la cofradía de Raxó, pero no se han tomado medidas al respecto.

Desde la cofradía reclaman más servicios sobre todo teniendo en cuenta que los puertos de Poio "triplican" la flota de Portonovo y Sanxenxo. "Solo en Combarro hay 40 barcos en A Canteira y 50 en el de A Chousa", justificaba el patrón mayor.

La situación en la que se encuentran los muelles de Poio deja mucho que desear, según señalan desde la cofradía. En el de A Chousa, está saturado con embarcaciones de marisqueo y reclaman una ampliación. Además, hay dos pantalanes que con marea baja quedan en seco, provocando dificultades para su uso por parte de los mariscadores de a flote. Tomé recordaba que se solicitó a Portos un estudio para ejecutar su dragado para su puesta a punto, pero desde la administración autonómica todavía no ha respondido a la petición.

Deficiencias

No son las únicas deficiencias en Combarro. Los mariscadores denuncian las situaciones en las que trabajan en la que las propias redeiras no cuentan ni con cuartos de baño en el puerto. Una falta de servicios que contrasta, según Tomé, con el precio que pagan por las estancias donde guardan los aparejos. Desde la cofradía que se revise a la baja los precios de estos cuartos y se instalen baños. "Es una petición que ya trasladamos hace tiempo, se comprometieron de Portos a venir para ver las necesidades que teníamos, pero seguimos esperando esa visita", lamentaba el presidente de los mariscadores. Precisamente otra de las reivindicaciones, esta vez en el puerto de Raxó, es la instalación de estas estancias para guardar las redes y evitar así que los marineros tengan que dejar a la intemperie sus aparejos, con los riesgos ante posibles actos vandálicos, robos o desgaste por los elementos que pueden sufrir.

Tanto en A Chousa como en A Canteira, los mariscadores quieren medidas para evitar los problemas de convivencia que se da, especialmente en verano, entre turistas y los trabajadores de los puertos. En ese sentido, denuncian que la falta de la delimitación de las zonas de aparcamiento provoca que en ocasiones invadan con vehículos aparcados la zona dedicada a las labores de los mariscadores, por lo que piden un repintado de las plazas de parking. En ese sentido, se sienten desprotegidos debido por las autoridades del Puerto. "El otro día un coche rompió una vaya del puerto y hay cámaras y vino la Policía Portuaria, pero no pueden ver las imágenes grabadas para identificar al responsable por la ley de Protección de Datos, es decir, tenemos una herramienta de seguridad, pero tal y como está la situación en Portos, no es efectiva", comenta Tomé.

Falta de mantenimiento

La situación en la que están los puertos de Poio se ve reflejada, según Tomé, en la caseta portuaria de Combarro y el puerto de Campelo. "La oficina está en un estado lamentable y tienen un portal que lleva un año estropeado y no se abre. Lo mismo ocurre con los pivotes que pusieron en Campelo, funcionaron quince días y desde entonces se averiaron, vinieron a revisarlos, pero siguen estropeados", señala.

Tras la última reunión el pasado mes de febrero entre el presidente de Portos de Galicia con los patrones de las cofradías del fondo de la ría, Raxó, San Tomé y Lourizán, desde el ente de la Xunta anunció el estudio para ampliar el uso del edificio y mejoras de accesibilidad, así como el planeamiento porturario del puerto de Campelo. Fue en éste donde se realizó la última intervención, con la construcción de un nuevo pantalán que la cofradía de San Telmo aún espera recibir desde Portos. "Oficialmente no hay nada entregado desde Portos ni tiene constancia de él el guardamuelles, pero el pantalán está acabado e incluso, por necesidad de espacio, ya está siendo usado a pesar de que los mariscadores no tienen su plaza designada", comenta el patrón mayor de Raxó.