El malestar de Irene Díaz con el Sergas no se circunscribe exclusivamente a su caso.

Asegura que su padre espera desde hace casi un año para hacerse una prueba, para lo que no es citado. "Y cuando preguntamos nos dicen que carecen de personal suficiente y que hay que esperar".

Sin embargo, asegura, esta realidad contrasta con las cifras de reducción en las listas de espera que publicita el Sergas de forma periódica.

"Pasa en Endocrinología, pasa en Radiografías, pasa en Laboratorio... y encima cuando te acercas a protestar el personal te dice que están amenazados, que ellos no pueden hacer nada porque si protestan les sancionan". Para Irene Díaz la situación es grave "y empeorará si no le ponemos freno entre todos".

Ella está dispuesta a continuar con su protesta, "y no lo hago solo por mí, sino también por esas personas que a las que presentar una queja les supone mucho y aguantan en silencio".