Condenan a penas de prisión a dos reclusos que agredieron a otro en la cárcel de A Lama

La Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de ratificar una condena a sendas penas de un año de prisión a dos reclusos del centro penitenciario de A Lama que agredieron a otro interno del penal para exigirle el pago de una supuesta deuda.

Los hechos se remontan al mes de diciembre de 2016. Según la sentencia dictada en primera instancia por el juzgado de lo Penal 1 de Pontevedra, uno de los dos acusados citó a la víctima en los baños de uno de los módulos del centro penitenciario. Cuando llegó allí, este interno se encontró que junto con la persona que lo había citado le estaba esperando otra persona, el segundo acusado. Una vez dentro del lugar, cerraron la puerta y mantuvieron un acalorado cruce de palabras por esta supuesta deuda, al parecer, relacionada con tarjetas telefónicas. Fue entonces cuando los dos acusados, con "ánimo de menoscabar la integridad física" del tercero, comenzaron a golpearlo "dándole patadas y puñetazos, a la vez que éste también golpeaba a aquellos para evitar que continuara la agresión".

Señala la sentencia que, en un momento dado, la víctima logró salir del baño corriendo, siendo perseguido por los otros dos internos que "continuaron golpeándolo hasta que intervinieron los funcionarios que estaban de servicio".

Este recluso sufrió múltiples lesiones, como la fractura de un dedo de la mano izquierda, erosiones, una herida inciso-contusa en el párpado que precisó de puntos de sutura, así como una contusión en el codo.

Además de las penas de prisión, los dos acusados deberán indemnizar a la víctima en 1.800 euros. Este también figuraba en el proceso como acusado, pero el tribunal lo absuelve al apreciar la eximente completa de legítima defensa.

Los dos acusados decidieron recurrir ante la Audiencia Provincial esta condena en primera instancia por parte del juzgado de lo Penal número 1. Señalan, entre otras cuestiones que, más allá de la propia declaración de los tres involucrados se cuenta con la declaración de dos funcionarios de prisiones que observaron "desde la cabina" como los dos acusados "golpeaban con patadas y puñetazos" a este recluso y que solo cesaron en su actitud cuando ambos funcionarios acudieron al rescate del otro interno. También rechazan que las lesiones que presentaba este recluso pudiera habérselas hecho él solo. Por lo tanto, proceden a ratificar las penas impuestas.