Conseguir rentabilidad en las pernoctas garantizando la calidad en el servicio es el objetivo que se ha marcado el sector hotelero en Sanxenxo, la localidad turística por excelencia de Galicia, que quiere subir sus precios paulatinamente para recuperar unos beneficios cuando menos similares a los de antes de la crisis económica de 2008. Lo contrario implicaría pérdidas y daños irreparables en el servicio.

Conscientes de que la fama precede al destino pero que este debe cumplir con las expectativas de sus visitantes, los empresarios quieren seguir trabajando en afianzar a los turistas más fieles y ganar a otros nuevos sin sacrificar por ello años de esfuerzo. Tienen claro que no lo harán a toda costa, sino recuperando la idea de que en Sanxenxo se puede disfrutar de sol y playa y también del turismo cultural de los municipios más cercanos, como Pontevedra, por su excelente situación en la ría.

"Tenemos que seguir trabajando en esa idea de que los precios de septiembre y junio sean como los de julio y los de este mes, como el de agosto", explica Francisco Rodríguez, presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, CETS.

Este objetivo, según informa, es lo que podrá garantizar un turismo de calidad "a todos los niveles" en la villa. Y se refiere tanto al servicio que se dé a los clientes como a la cuestión laboral,conceptos inseparables al fin y al cabo.

Afortunadamente, los últimos años han sido de crecimiento continuo, en palabras de Francisco Rodríguez. "Tenemos que recordar que desde 2008, el año de la crisis, hemos conseguido una ocupación hotelera 15 puntos mayor en el mes de julio", celebra.

Y es esta recuperación en número de turistas lo que les lleva a emparejarla con la recuperación económica. "Este año julio ha sido difícil y con una ocupación y beneficios menores al año pasado. La climatología no nos acompañó. También es cierto que hay que recordar que 2017 fue histórico en todos los sentidos", recalca.

"Llevamos varios años creciendo, pero siempre se quiere facturar más", añade.

En esta consolidación del crecimiento entran en juego factores como la desestacionalización, tan importante para los hoteles de Sanxenxo. En este sentido, Rodríguez apunta que la localidad cuenta con 15.000 plazas hoteleras y que en temporada baja, otoño-invierno, se logra llenar un 10 por ciento de estas, aunque todavía aspiran a mucho más. Ese incremento se debe a que "cada vez más personas vienen aquí en puentes como el de mayo, la Semana Santa, la Constitución...". "Hemos crecido en esas fechas en las que antes no venía nadie por no ser verano", valora.

La ocupación hotelera en Sanxenxo en agosto supero el 90 por ciento, mientras que en julio, debido a la inestabilidad del tiempo, fue del 74 por ciento. Esto deja una media en los dos meses importantes del verano de algo más de un 82 por ciento.

En la ciudad de Pontevedra, por el contrario, al no depender del turismo de sol y playa, solo en julio, según la asociación de hoteleros, se logró una ocupación del 82 por ciento. El de agosto todavía está siendo analizado por la responsable del colectivo, Paula Lourido. Solamente con que sea similar ya se superarían las previsiones de la Diputación provincial para la capital, que las cifraba en un 75 por ciento.

Todo apunta a que así será en base al tirón de las Festas da Peregrina o la Feira Franca, así como eventos deportivos como el triatlón, que llenó los hoteles de la ciudad.

Paula Lourido confirma que cada año los precios suben en agosto, al ser el mes de más demanda turística. Además, "ya en 2017 los precios en general han subido respecto a anteriores años". Este verano, asegura, "ya ha habido unas tarifas decentes" para el sector, es decir, rentables.

La tendencia en la Boa Vila también es a ir incrementando los precios para el próximo verano en base a recuperar los que corresponden al servicio dado a los clientes una vez superada en gran medida la crisis de hace una década.

El aumento de turistas internacionales, en buena parte debido al Camiño Portugués a Santiago, también se ha dejado notar en Pontevedra, aunque durante todo el año. "Fuera de temporada, como se tira mucho del peregrino, tampoco se pueden subir los precios", reconoce Paula Lourido.

Apurando los últimos días de elevados ingresos, el sector en la comarca celebra que este, 2018, ha vuelto a ser un buen año y que el turismo de calidad está más que consolidado.