- ¿Cómo entiende la relación de la Escuela Naval con Marín? ¿Qué opina de las críticas a su presencia aquí?

- La Escuela Naval ha cumplido 300 años desde su creación y ha permanecido 75 de ellos en Marín, lo que supone el período más prolongado que ha estado en una ubicación, y yo creo que no es por casualidad. Es verdad que la ría es muy importante para nosotros por su idoneidad para el aprendizaje y la práctica de la navegación, pero para nosotros la clave de esta larga permanencia es la fenomenal acogida de la inmensa mayoría de la sociedad civil de Marín desde la llegada de la Escuela en 1943, lo que ha permitido una completa integración de la Escuela en la localidad. Pensamos que la Escuela, por su proyección nacional e internacional, por la riqueza que genera en la zona y por ser un motor de actividad deportiva, cultural y académica en su entorno, es importante para Marín, y nuestro deseo es que todos los marinenses sientan a la Escuela como algo suyo, como algo distintivo de la villa. Creo que la relación de la Escuela Naval con las diversas instituciones y con los vecinos goza de una magnífica salud, en particular con nuestro Concello, el Concello de Marín, con el que existen múltiples iniciativas y colaboraciones en ambos sentidos.

- ¿Hay previsión de reforma de los estudios que se cursan o de las instalaciones?

- Las instalaciones de la ENM y el CUD responden a los más exigentes estándares de calidad, lo que unido a los resultados obtenidos hasta el momento, hace que estemos muy satisfechos. No obstante, aunque los resultados sean positivos, evitamos caer en el conformismo, siempre habrá margen para mejorar. El futuro de la Escuela Naval es muy prometedor y pasa por desarrollar todo el potencial del Centro Universitario de la Defensa, tanto en investigación como en posgrado.