Roberto Rodríguez confirmó que las lluvias registradas en estas primeras jornadas de noviembre no tendrán una incidencia significativa en la situación ya que "no se trata tanto de decir cuántos litros tiene que llover, sino que es tan importante el cómo llueva y dónde". Y es que el director de Augas de Galicia aclaró que son necesarias precipitaciones continuas y constantes para que se "produzca la recarga". Según indicó, los embalses gallegos son muy receptivos a la lluvia directa, pero los ríos necesitarán previamente que se filtre esa lluvia, dado que el terreno está muy seco y debe recuperar los niveles de humedad habituales antes de volver a recuperar caudal de forma significativa.

Recordó que octubre fue el cuarto más seco de la serie histórica (en Pontevedra registró precipitaciones de 56,4 litros por metro cuadrado, cuando lo normal para este mes es captar entre 179 y 221 litros) y tan solo llovió 6 de los 31 días. Es por ello que un mes de noviembre con precipitaciones normales no mejoraría sustancialmente la situación pero al menos supondría un cambio de tendencia. Hay indicadores esperanzadores, según los análisis de MeteoGalicia, como por ejemplo la cantidad de nieve caída en Siberia y de hielo en el Ártico que podrían hacer previsible unos meses de noviembre y diciembre caracterizados por la llegada de borrascas, algo que contribuiría a ir normalizando la situación.