El Concello de Poio abrirá una investigación para determinar si la decena de multas de tráfico "por girar la cabeza más de 45 grados" , todas impuestas el mismo día y por los mismos agentes, se ajusta a la legalidad. La comisión se pondrá en marcha este próximo lunes y, en función de cuáles sean sus conclusiones, se baraja incluso la posibilidad de devolver el dinero a aquellos conductores que ya han abonado la sanción para acogerse al descuento de pronto pago. El alcalde, Luciano Sobral, opta por esta medida al considerar "un poco exagerada la interpretación" que los policías hacen del artículo 18.1 del Código de Circulación.

Este análisis interno incluirá un informe interpretativo que desde la administración local se ha solicitado a la subdelegación del Gobierno a fin de conocer si las multas se pueden fundamentar en ese apartado del reglamento. En éste se recoge que "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad (...) y la de los demás usuarios de la vía". En ningún caso se habla específicamente de la prohibición de girar la cabeza, lo que lleva a pensar, a juicio de Sobral,. en "un exceso de celo" por parte de los dos agentes que patrullaban el viernes 18 de abril en la PO-308 a la altura de Porteliña, donde estaba instalado un radar.

La comisión pedirá también información a los policías que se encontraban de servicio en ese momento, agentes vecinos de Cangas y Vigo que ahora están de baja tras haber sufrido una salida de vía a principios de este mes bajando del alto de A Escusa. El concelleiro de Persoal, Xosé Luis Martínez, puntualiza que cuando trascendió esta polémica "los agentes ya estaban de baja", por lo que por ahora se desconoce qué explicación tienen para las controvertidas sanciones. "Si están bien tramitadas, lógicamente se mantendrán; si no lo están los servicios jurídicos municipales nos informarán de cómo proceder", valora el edil. El regidor aclara que "si las conclusiones finales" reconocen que las multas no se debieron poner, éstas se anularán, con la correspondiente "devolución" del dinero a los conductores afectados.

Sobral puntualiza que, en cualquier caso, el objeto de esta investigación no pasa por crear "ningún tipo de enfrentamiento con los agentes". Asegura que su gobierno "nunca pretende presionar a los trabajadores municipales, confiando en su buen hacer a la hora de desarrollar sus funciones". Pero admite que ahora se toman medidas ante un cierto empeoramiento de la función policial. "Hasta ahora estaba siendo aceptable, pero por lo que se traslada de la opinión público parece que ha dejado de ser así", valoraba ayer el alcalde.

La polémica surgió a principios de esta semana, poco después de que los conductores empezasen a recibir en su domicilio las discutibles sanciones. El primero en denunciar públicamente este "abuso", término en el que coinciden los automovilistas sancionados, fue un vecino de Vilagarcía. Horas después también lo hizo uno de Vigo y, ayer, un conductor de Madrid y una mujer residente en Poio. Son casi la mitad de la decena de multas.

Todas son iguales. Impuestas por los agentes que ahora están de baja, el comportamiento que se aduce es el de girar la cabeza más de 45 grados. Además, todos los multados circulaban por este punto de la PO-308, el punto kilómetro 1,5, a media tarde del viernes santo. La patrulla policial no habría dado el alto a ninguno de ellos para informarles de que acababan de ser sancionados con una multa cuya cuantía asciende a los 100 euros.